El hecho cierto de que las cooperativas no agropecuarias llegaron al panorama cubano para erigirse en complemento al desarrollo económico nacional, aunque su análisis hoy delata no pocas dificultades para su avance, constituyó parte esencial de los debates este jueves de los miembros de la Comisión de Atención a los Servicios de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En tal sentido, los diputados pusieron de manifiesto que entre los obstáculos que lastran el más adecuado desarrollo de esa nueva forma de gestión económica, está el hecho de que aún en las normas jurídicas se continúan mezclando funciones estatales con empresariales, a la vez que no siempre se respeta la legislación aprobada.
Asimismo, se establecen exigencias al contratante, no previstas en las normas jurídicas y, de manera general, se ha comprobado insatisfacción por no poder acceder, según lo establecido, a la compra de insumos en empresas mayoristas, mientras que en algunos lugares se han esgrimido argumentos que limitan las relaciones de las entidades estatales con estas nuevas formas de gestión.
Hasta el momento las ya autorizadas se corresponden con el comercio, la gastronomía y los servicios; transportación de pasajeros, carga y sus servicios asociados; en la construcción, industria, alimentación, y en la energía y servicios contables.
Calificada como forma preferente con respecto a otras formas de gestión no estatal, las cooperativas no agropecuarias son promovidas sobre todo en actividades cercanas a la población y consideradas dentro del sistema de planificación de la economía nacional.
Con personalidad jurídica ─no así el trabajador por cuenta propia─ son regidas como norma por la oferta y la demanda, se caracterizan por la propiedad colectiva, y su posesión no podrá ser vendida ni transmitida.
En determinadas esferas, su funcionamiento está regido por precios topados y la exigencia de cumplir determinados requisitos, fundamentalmente en actividades vinculadas al programa de ahorro energético y en el servicio de reparación de calzado ortopédico, entre otros.
Entre los diputados participantes en el debate prevaleció el criterio de que es menester el permanente análisis de esta forma de gestión, toda vez que sus resultados sobrepasan los alcanzados por la empresa estatal.
Al respecto, el diputado Antonio Enrique Luzón, vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, indicó que sus resultados nos deben hacer pensar por qué las entidades estatales no logran iguales niveles de satisfacción en la población.
El alto ejecutivo cubano sentenció que todas las experiencias positivas de las cooperativas hay que trasladarlas a las entidades estatales.
Por su parte, Mary Blanca Ortega, ministra de Comercio Interior, destacó la flexibilización aprobada para el funcionamiento de las cooperativas no agropecuarias, especialmente en la comercialización mayorista con entidades estatales.
El diputado Pedro Víctor Simón, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios, dijo que las insuficiencias fundamentales presentes hoy para el avance de las cooperativas están vinculadas a la capacitación de las fuerzas vinculadas, en especial la preparación jurídica de trabajadores, cuadros y funcionarios encargados.
