Hasta la primera quincena de junio, la nororiental provincia de Las Tunas reportaba una tasa de mortalidad infantil de 3,1 por cada mil nacidos vivos, la más baja en similar período de los últimos cinco años en este territorio, donde se registraron hasta esa fecha más de 2 mil alumbramientos.
El doctor Rafael Arias Rodríguez, jefe del Programa Materno Infantil en esta localidad, ponderó el resultado en un lapso de tiempo en el que hubo 177 nacimientos más comparados con la etapa precedente.
Arias Rodríguez atribuye el éxito alcanzado a la disminución del índice de muchachos con bajo peso al nacer (menos de mil 500 gramos), que registró 14 menos que en el 2013 como consecuencia al seguimiento y tratamiento más eficaces a las mujeres embarazadas proclives a este desenlace, una de las causas principales de los fallecimientos al nacer.
En ese concierto multidisciplinario por garantizar la salud de los infantes destacan cuatro de los ocho municipios de esta región: Manatí, Amancio, Puerto Padre y Jesús Menéndez, todos con índice de cero; y, los primeros dos con crecimientos en el número de partos.
El funcionario enfatizó que en esta etapa no hubo mortalidad materna, gracias a la reducción de la cantidad embarazadas con enfermedades riesgosas para su salud y la del feto, y de mujeres con tendencias a la procreación con edades superiores a los 35 años, en casos considerados con peligros en potencia.
