Reforzar todo lo relacionado con los derechos y deberes laborales, así como las normativas que la organizan son algunos de los objetivos que persiguen los seminarios sobre el nuevo Código de Trabajo cubano que se realizan por todo el país.
“Necesitamos un cambio de mentalidad porque estamos en otro momento y hay que aprender a interiorizar las transformaciones para saber explicarlas”, aseveró Samira Marín, viceministra de Trabajo y Seguridad Social, durante el encuentro con dirigentes sindicales de la provincia de Camagüey que se efectuó por estos días.
La Ley 116 de 2013, Código de Trabajo, compuesta por 15 capítulos y 194 artículos fue puesta en vigor el 18 de junio del actual año y recoge un número de novedades que flexibilizan y actualizan el precepto.
A partir de ahora el propio obrero custodiará el expediente laboral durante el traslado hacia otra entidad y no se incluirá en este los informes sobre accidentes laborales o los certificados médicos; los jóvenes menores de 17 años podrán vincularse al sector estatal y al no estatal, bajo la responsabilidad del empleador, término nuevo, y con autorización de los padres.
El contrato, como regla, será escrito; los técnicos de nivel medio cumplirán el servicio social, lo cual es un deber, si les asignan una plaza al graduarse; cuando en algún centro laboral existe una plaza vacante no solo se debe pasar la información al Órgano de Trabajo, sino que se debe sostener una conversación fluida para que estos tengan conocimiento de las cuestiones específicas de la misma; entre otras regulaciones.
“Estamos ante un Código de Trabajo más contemporáneo e inclusivo, que ha tenido en cuenta a otros actores de la economía como cooperativas no agropecuarias, arrendatarios y trabajadores por cuenta propia”, concluyó Abel Rivero, jefe del Departamento de Organización del Trabajo y los Salarios del Comité Nacional de la CTC una vez respondida todas las interrogantes de los presentes.