Por: María Caridad Guindo Gutiérrez
Entre la vanguardia del movimiento sindical artemiseño se encuentra la UEB de Perforaciones y Construcción de Occidente, por el tesón de sus 143 trabajadores en la excavación de distintos tipos de pozos.
De estas obras destacan las destinadas al abasto de agua y las barométricas, ejecutadas en lugares estratégicos que determina la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico, a fin de medir la profundidad y salinidad del manto freático, en las provincias de Pinar del Río, Artemisa, La Habana e Isla de la Juventud.
Sus obreros se han consagrado también a la limpieza y mantenimiento de los pozos de infiltración. En el 2013 repararon mil 439 y aforaron casi 200, para lo cual cuentan con 16 máquinas perforadoras, 12 percutoras y cuatro retropercutoras.
“Desde hace más de una década cumplimos nuestros planes técnico económicos y estamos en perfeccionamiento empresarial. El salario medio de los trabajadores asciende a 900 pesos. Nuestros principales inversionistas son el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, las FAR y el Ministerio de la Agricultura”, dijo el director Vladimir Fuentes Cruz.
Agregó que están certificados por la ISO 9001 del 2008, por tener implantado un sistema de gestión de la calidad en todas sus producciones. Mas, constituye aún un desafío en la UEB lograr que sus trabajadores utilicen los medios de protección que requieren ciertas actividades, si bien pudimos comprobar la existencia en el almacén de botas de goma, guantes, delantales, cascos, entre otros implementos.
Maribel Rodríguez López, secretaria del buró sindical, manifestó la satisfacción del colectivo de trabajadores al conocer que Artemisa será la sede del acto central por el Día de la Rebeldía Nacional y por las distintas actividades que han venido ejecutando en saludo a la fecha.
Para el soldador Diego Oceguera González, la sede del 26 es un estímulo al esfuerzo del pueblo de Artemisa, y motiva a cumplir con entusiasmo los planes productivos. “Vamos a mantener el ritmo de trabajo para todos los pozos que restan aún por hacer”. Él no se limita a desempeñar su oficio, lo mismo arregla un auto, que barrena, o trabaja en la cizalla eléctrica. “Aquí desarrollamos un trabajo duro, que requiere de esfuerzo y dedicación”, ingredientes que a Diego no le faltan para aleccionar a sus alumnos de la Escuela de Oficios Juan Bautista Quintana, con la cual la UEB sostiene un convenio de trabajo. Los educandos se preparan en tornería, soldadura, electricidad y mecánica, a través de aulas anexas.
Con solo 16 años, Álvaro Torres Alonso estudia el segundo año de soldadura en dicha institución docente, pero se siente muy a gusto tomando consejos de los más experimentados. “Llevo seis meses de prácticas y ya he aprendido a soldar cables, camisas, entre otras cosas. El colectivo me acogió con mucho cariño”, afirma.
Rodríguez López destacó la gran responsabilidad que representa preparar a estos muchachos y velar por su seguridad, pues manejan equipos peligrosos y solo en la industria es que experimentan la complejidad y los riesgos de sus oficios.
No cabe dudas de cuánto queda por hacer en la joven provincia, así como tampoco las hay sobre la entereza de sus trabajadores y el empeño que pondrá este colectivo en hacerla avanzar.