¿Cambiará la escuela cubana en el próximo período lectivo?, ¿cuáles serán sus principales adecuaciones y prioridades?, ¿tendrá el maestro mayor carga docente?, ¿qué rol le corresponde al sindicato en cuanto al desempeño profesional de sus afiliados?
Aun cuando no se ha dicho la última palabra respecto al actual curso, es esencial abordar tales elementos si se tiene en cuenta que desde los meses de mayo y junio comenzaron los preparativos para en septiembre iniciar una nueva etapa.
El curso 2014-2015 será distintivo en lo que a organización escolar se refiere, por cuanto las principales adecuaciones van dirigidas a la flexibilización del horario. Eso ha sido un reclamo permanente de los educadores, sobre todo de aquellos que están frente al aula, cuyo tiempo de preparación y descanso resulta hoy insuficiente.
Como se explicó en el seminario preparatorio auspiciado por el Ministerio de Educación, y más recientemente durante el XI Pleno del comité nacional del Sindicato Nacional de la Educación, la Ciencia y el Deporte (SNTECD), la nueva propuesta enriquecerá la labor en la escuela, que adaptará el quehacer diario a su propio contexto.
Además de que las principales asignaturas, según el grado y la enseñanza, se concentrarán en la mañana o la tarde en aras de hacer más viable y efectivo el proceso educativo; las escuelas tendrán autonomía para organizar la labor de formación vocacional y orientación profesional, así como el sistema de reuniones y actividades metodológicas en dependencia de sus características.
Dicho en otras palabras, estará en disposición de utilizar el museo de la localidad y el testimonio de un combatiente internacionalista para apoyar una clase de Historia; el colectivo de trabajo más cercano para incentivar el amor por el trabajo y los oficios. Se pretende retomar con fuerza la labor de los instructores de arte, del deporte, y de las bibliotecarias, tan útiles en el empeño de fomentar los hábitos de lectura.
Autoridades educativas han planteado que se trata de dar continuidad al proceso de perfeccionamiento, el cual se viene desarrollando desde hace unos años, y han ratificado la doble sesión, excepto en las escuelas primarias ubicadas en zonas intrincadas y montañosas.
En cuanto a la educación superior, lo novedoso está relacionado con un nuevo sistema para la realización de los exámenes de ingreso, el cual permitirá que los estudiantes tengan las preguntas pero las pruebas se efectuarán al azar. La propuesta no solo garantizará el dominio de las asignaturas, sino cerrará cada vez más el cerco al fraude, fenómeno que laceró el actual proceso docente sin invalidar sus innegables avances.
Para estos nobles propósitos el quehacer sindical resulta de gran valía y apoyo. No hay que olvidar que sigue estando en el tapete público la ejemplaridad de los educadores y como dijo en el Pleno Ismael Drullet Pérez, secretario general del SNTECD, “en las asambleas de afiliados hay que colocar en un primer lugar el tema ético y la educación en valores”.
En estos espacios es donde se debe analizar a camisa quitada el desempeño profesional de cada cual; de qué manera aporta a la educación de las nuevas generaciones, y debatir sobre aquellos elementos que laceran la imagen del maestro, por lo cual muchas veces un actuar determinado se generaliza en detrimento de quienes asumen la profesión con entrega, sacrificio y pasión.
La trascendencia del asunto, debatido en la reunión sindical, propició la intervención de Alba Rosa Hernández, funcionaria del Comité Central que atiende la esfera educativa, quien ratificó la necesidad de la atención sistemática a maestros y profesores.
Para ella, realizar una efectiva labor sindical presupone intercambiar, escuchar, lograr una comunicación franca y fluida, sin improvisaciones ni formalismos. Se refirió a la importancia de los cuadros sindicales, de su preparación con el fin de llevar adelante las tareas complejas que imponen las actuales circunstancias, y de convertir la asamblea de afiliados en verdaderas escuelas, donde se discutan asuntos cardinales.
Por ahí andan las prioridades y los objetivos. Todavía falta para el comienzo de un nuevo curso, pero será imprescindible extraer las experiencias, superar lo logrado, y eliminar aquellas actitudes vergonzosas que tratan de echar por tierra el accionar de miles de trabajadores del sector y el empeño de la familia, para que sus hijos salgan adelante bajo los principios del amor al trabajo y la honestidad.