Un verdadero recital de fútbol regalaron este martes los cafeteros en el cierre de las acciones del grupo C de la Copa Mundial 2014, apartado que terminaron por liderar invictos tras derrotar a Japón en la Arena Pantanal, con pizarra de 4-1.
Los cafeteros han hecho las delicias de sus seguidores, quienes han revivido el sueño mundialista a través de una generación de jugadores que crecieron sin disfrutar de su selección en estas lides.
Aquellos que se preocuparon ante la ausencia de Radamés Falcao en la delantera de Colombia, han visto cómo el equipo se reacomodó y concluyó la fase de grupo con récord de nueve goles a favor y solo dos en contra, mostrando una ofensiva que, por creativa y certera, debe preocupar ya a los uruguayos cuando la enfrenten en octavos de final.
Contra Japón, si bien Colombia no tuvo una primera mitad pletórica de aplausos, el partido terminó por traer momentos históricos como el doblete de Jackson Martínez (primero de un colombiano en Mundiales) y la salida a la cancha del veterano guardameta Fary Mondragón (el hombre más viejo que jugado en estas lides).
Jackson en el 55’ sacó delante a los suyos, luego de que la primera mitad concluyera igualada a un gol por bando con las dianas de Cuadrado (penal en el 17’) y Okazaki (45’+1). No contento con eso, repitió la dosis en el 82’ para que diez minutos más tarde, ya en tiempo de descuento, James Rodríguez se lanzara en esprintada por la izquierda y mandara la Brazuca al fondo de las redes niponas tras una bella jugada individual.
James se unió así al grupo de jugadores que acumulan tres goles en esta fase, pelotón que integran además Karim Benzema, Thomas Müller, Arjen Robben, Robin Van Persei y el ecuatoriano Enner Valencia.
Por su parte, Mondragón, único jugador que repite en la selección luego de la anterior presentación de los cafeteros en Copas Mundiales, tuvo su oportunidad de hacer historia, pues como muchos previeron entró al campo de juego en los minutos finales de encuentro, cargando consigo 43 años y 3 días de vida.
Faryd fue el tercero y último de los cambios realizados por el DT argentino José Pékerman, quien reservó ese detalle para el portero en el minuto 85’ de partido. Sin embargo, ya con el encuentro decidido, Faryd se dio el lujo de frenar las ambiciones japonesas en los segundos finales, cuando en un desliz de sus defensores quedó en un mano a mano con la ofensiva nipona. En ese momento, y con la pierna derecha, mandó fuera un remate que intentaba maquillar el resultado final.
Al viejo Mondragón los colegiados de FIFA no le permitieron llevar al campo a sus dos hijos que espiaban desde las gradas los minutos jugados por su padre. Era solo una foto de ese momento lo que pedía Faryd, no mucho para ser francos, pero la FIFA obra de muy extrañas maneras, y a estas alturas nada deberías sorprendernos.
Al final, con un baño de fútbol de altos quilates, Colombia comandó incólume el Grupo C: tres victorias, nueve puntos, nueve goles y la seguridad de tener un equipo que hace soñar a millones. Si me preguntaran, a eso se viene a una Copa Mundial.