La Federación Internacional de Voleibol ha vuelto a hacer de las suyas en cuestiones de calendarios. Su último “arreglo” navega contra la lógica competitiva, pero responde perfectamente a los intereses financieros que mueven desde siempre a la Liga Mundial.
En el tercer nivel de la justa, los equipos de Cuba y China liderearon los grupos F y G, respectivamente, lo cual debió situarlos por rutas distintas en la fase semifinal prevista para la ciudad turca de Bursa, el próximo día 28 de junio. Mas, los señores de la FIVB pen$aron y aprobaron que los líderes se maten por un lado, y que los segundos lugares lo hagan por el otro (Turquía vs. Eslovaquia), en un guiño evidente a los organizadores del espectáculo.
Se afirma que históricamente el estilo asiático no ha causado mayores problemas a Cuba, pero nuestra actual selección posee tantas deficiencias que ese argumento suena hueco. Lo cierto es que la tropa de Rodolfo Sánchez deberá eliminar, camino a la final de este nivel, a un plantel superior en la etapa preliminar a boricuas, eslovacos y españoles, y cuyo accionar puede sorprendernos.
Los chinos cometen pocos errores y destacan en recibo, defensa y servicio; adolecen de bloqueo y su acomodo es regular; tienen, eso sí, a un atacante muy efectivo como Weijun Zhong (50,68 %), quien estampó 84 puntos en seis partidos y posee madera de líder.
Las noticias ligueras del fin de semana, sin embargo, no rondaron el escalón más bajo de la lid. La comidilla continuó en la élite, pues Irán venció dos veces a Italia en Teherán, y aunque Brasil dividió honores con Polonia permaneció en el sótano de ese apartado A.
Los aplausos para los iraníes han de ir entre comillas, porque la azurra dejó en casa a estelares como Saytsev, Travica, Parodi, Birarelli, Butti y Kovar. ¿Por qué lo hicieron? Los chicos de Mauro Berruto mandan en la llave cómodamente, están seguros para la Gran Final de Florencia, y los triunfos persas hundieron bastante más a la verdeamarella de Rezende. Ahora mismo los bambinos poseen 19 puntos y superan a Irán (13), Polonia (11) y Brasil (11).
El detalle radica en que a los sudamericanos les restan solo dos pleitos preliminares, como visitantes de los italianos en Boloña y Milán, donde los locales tratarán de sembrarlos en el último lugar de la llave para borrarles cualquier posibilidad de acceso a la final. En cambio, polacos y persas tienen delante cuatro partidos bilaterales, de los cuales sacarán puntos importantes de cara a la clasificación.
La nave de Rezende debutó muy mal ante los itálicos (0-2) y luego apenas pactó empates contra iraníes y polacos (2-2). Tiene en sus filas a hombres de calibre como Wallace, Bruno, Lucarelli, Visotto, Luca y el veterano Murilo, pero la calidad de su juego ha decaído. Para ilustrarlo solo diré que sus atacantes de esquina no superan el 50 por ciento de efectividad, su mejor bloqueador marca 0,60 tantos por set, en el servicio predominan los errores y escasean los aces, y su recepción es lo peor, pues nadie supera allí el 40 % de calidad.
Como van las cosas, Brasil pudiera faltar a su tercera final liguera en 25 años (1991 y 1998), y Rezende continuará en capilla ardiente, sometido a las críticas de quienes pidieron una renovación mayor de la formación tras los Juegos Olímpicos de Londres 2012..
EE.UU. y Rusia marchan sólidos en el grupo B. ¡Pueden ganar!
Ya veremos…