Suena el timbre de las 4 y 20 de la tarde y la jornada estudiantil recesa. Hoy no hay círculo de estudio, por lo que 20 niños de las escuelas de la enseñanza primaria del municipio camagüeyano de Santa Cruz del Sur se dirigen hacia la Casa de Cultura de la localidad. No será una tarde de juegos, sino de bailes.
A ellos todos los conocen bien y hasta un poco de envidia les tienen. Y es que desde hace más de un año forman parte del proyecto danzario Meñiques, el cual, en pueblo de mar, ha provocado pasiones y encantos bien terrenales porque incita a mover los pies hasta al más curtido de los pescadores.
Jorge Martínez Figueredo, instructor de arte de la especialidad de danza, es el guía de los pequeños. “Yo trabajaba con adultos en la Casa de Cultura y se me acercaron algunos padres para que les ayudara a montar un grupo con sus hijos. Anteriormente en el pueblo hubo un conjunto llamado así, por lo que respetamos ese nombre, pero es el primero de su tipo en el municipio.
“Los pasos iniciales fueron difíciles. Hubo que enseñarles ritmo, proyección porque los niños eran muy entusiastas, pero no tenían formación, solo aptitud e interés; con las niñas fue más fácil porque son más artísticas, mientras que los varones se recogen un poquito, les da pena”.
Los encantos de estas 10 parejas rápidamente fueron corriendo de boca en boca, y de poblado en poblado. Han visitado Haití, Cándido González… se han adentrado al “monte” y han sorprendido con ese embrujo infantil. El público ya es suyo, y más, cuando, a pesar de sus edades, las cuales oscilan entre 6 y 12 años, obtuvieron un premio en la Fiesta de la Danza con un baile congo, género que demanda mucha fortaleza.
“Ese premio – recuerda Jorge – nos motivó más. Llevábamos poco tiempo y ganar con un baile tan diferente a lo que se hacía nos embulló a seguir trabajando”.
Pero, ¿cómo logran todo?: “Los padres, gracias a ellos hacemos todo porque son los principales promotores y garantizan lo que haga falta para el vestuario y la escenografía. Además, los niños son muy buenos aquí y en la escuela, primero son los estudios, por eso les respetamos el horario de clases y repasos para que salgan bien”, aseguró Jorge.
En todo Santa Cruz del Sur hablan de los 20 Meñiques que recorren barrios y plazas, y alegran las tardes, y hacen suyos cada espacio; saben de sus presentaciones, en las cuales lo mismo se encuentra un baile campesino, que una ronda infantil o algo bien popular, por eso cada vez que los ven caminando hacia la Casa de Cultura se alegran porque saben que cocinan algo nuevo y que gustará.