El General de División Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil cubana inauguró hoy el IX Congreso Internacional sobre Desastres y la V Conferencia Internacional de Bomberos en el Palacio de Convecciones de La Habana.
Durante el acto inicial Pardo Guerra refirió que para el Gobierno cubano la reducción de riesgos es y será una prioridad, “por este motivo iniciamos este evento, que constituye un escenario ideal para exponer e intercambiar sobre las múltiples formas de situaciones de desastres, sobre todo de los modos de mitigar el sufrimiento humano que significan estas tragedias y fomentar programas de colaboración bilateral.
“En las circunstancias actuales en las que nuestro mundo se ve afectado por situaciones de todo tipo, resulta evidente para personas dedicadas a defender la vida, cuánto puede significar la reducción de los peligros, vulnerabilidades y riesgos”, expresó.
Por su parte la Coordinadora Residente del Programa de Naciones Unidas para el desarrollo (Penud) en Cuba, Laura Melo, llamó a los presentes a trabajar por un mundo más seguro y reflexionó sobre el acompañamiento de la ONU a las naciones, en la respuesta a situaciones de desastre o emergencia.
En esta edición que se extenderá hasta el viernes, se reúnen en La Habana representantes de alrededor de 20 países como Argentina, Uruguay, Costa Rica, Chile, Rusia, Sierra Leona, Venezuela, entre otros.
Reunir a funcionarios, especialistas, investigadores y profesionales dedicados a la protección del hombre, sus bienes, la economía y el medio ambiente, “con el fin de intercambiar cocimientos y actualizar las herramientas para el combate contra los efectos de fenómenos potencialmente catastróficos y fomentar programas y proyectos de cooperación en esta esfera es el objetivo fundamental del IX Congreso Internacional sobre Desastres y la V Conferencia Internacional de Bomberos”, explicó el doctor José E. Betancourt Lavastida, coordinador general.
“Las jornadas comenzarán con conferencias magistrales y se debatirá sobre los diferentes tipos de peligros, las vulnerabilidades y riesgos a ellos asociados, con una estrecha vinculación a la gestión para la reducción de riesgos, la adaptación al cambio climático y la necesidad de establecer un proceso de fortalecimiento de la Resiliencia mediante la capacitación, el ordenamiento territorial y la participación comunitaria integral”, señaló Betancourt.