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Día de los padres: el timonel de la familia

ppDe amores está llena la vida. Hablemos entonces del amor de padre, ese progenitor que con legítimo derecho también tiene su día, al igual que la madre.

Por eso cada tercer domingo de junio rendimos justo y merecido homenaje al timonel de la familia que ha creado y a la cual se consagra por entero. Si, porque el padre bueno, honrado y laborioso cultiva, junto a la madre, esa semilla que son los hijos y con ellos la vida en el hogar, la formación digna y honesta y forja con su ejemplo vertical verdaderos valores morales para el presente y el futuro.

Padre es el que sabe serlo de por vida y junto a la madre complementa esa acción tan bella que es educar. El es el  amigo confidente y fiel en todo momento,  el libro abierto con su consejo sano y sabio, es el guía de mano severa pero también indulgente.

¿Quién mejor que papá o una mamá para comprender y perdonar nuestros errores?.  Ver el fruto de una buena formación es la mayor felicidad a la que aspira todo padre y madre.. Para ellos siempre será poco cualquier esfuerzo, cualquier sacrificio por aportarle al hijo ese cotidiano conocimiento que da la vida, ya sea en la niñez, en la adolescencia e incluso cuando ya somos adultos.

Es cierto que hay padres que no se ocupan ni se preocupan por sus hijos, pero prevalecen aquellos –entiéndase la mayoría- que lo entregan todo a la par de la madre.

Para bien de la familia, atrás  han ido quedando tabúes que hacían ver al papá como no apto para asumir tareas consideradas como exclusivas de las mamás. No es extraño y sí loable verlo cuando le da la comida al bebé o alistarle el uniforme al niño para ir a la escuela, llevarlo a un parque, entre otros menesteres.

Mucho más se puede decir de un buen padre. Al estrecharlo con un fuerte abrazo o evocar su recuerdo porque está lejos o ausente, le decimos: gracias, papá, por tus útiles consejos y entregarnos tus más nobles enseñanzas

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