Por: Ariadna Andrea Pérez, Ana Margarita González, José Luis Martínez Alejo y Jorge Pérez Cruz
Al primer golpe de vista aparecieron los protagonistas en el escenario laboral: un camión, una carretilla, obreros estibando sacos de cemento… No estaba, está ausente desde hace varios años un “personaje” esencial: la mascarilla para proteger a los hombres del polvo gris que el viento agita a su antojo.
Conviven con tal inconveniente los trabajadores de los 23 locales para la venta de materiales de la construcción, pertenecientes al Grupo Empresarial de Comercio, de la provincia de Ciego de Ávila. Por ejemplo, la tienda El Fortín, del reparto Aeropuerto, en la capital del territorio, vende cada mes unos 2 mil sacos de cemento sellados y gran cantidad a granel. “¿Que si nos hacen el chequeo médico?, eso no falla”, afirmó el estibador Remón Hernández.
“Aunque mantenemos estrecho vínculo con Salud Pública, pues a través de los consultorios se realizan los exámenes preempleo y periódicos, pueden originarse enfermedades profesionales en los obreros de estas unidades, principalmente por afecciones respiratorias”, sentenció Marcos Alberna Hernández, subdirector de Recursos Humanos del Grupo Empresarial de Comercio.
María Caridad Cabrera, miembro del Secretariado del Sindicato Nacional del Comercio, la Gastronomía y los Servicios que atiende asuntos laborales y sociales, manifestó que desde el 2011, cuando se incorporó la venta de materiales de la construcción a este sector, comenzaron a mejorar las condiciones de trabajo, que eran pésimas y a realizar los chequeos médicos a los trabajadores.
“Nos dimos cuenta que algunos empezaban a tener lesiones en la piel producidas por el cemento y hacia ellos dirigimos una atención diferenciada; se creó una comisión multidisciplinaria en el MINCIN donde participa Salud Pública precisamente para los chequeos médicos especializados.
“En Mantua, Pinar del Río, se detectó que uno de estos obreros tiene lesiones pulmonares, puede que las haya tenido de antes; a este se le hizo cambio del puesto de trabajo y tiene atención médica. Ciego de Ávila terminó de realizarlos y no tiene ningún trabajador afectado; en Villa Clara se están haciendo los chequeos en los policlínicos cercanos a las tiendas, y así en cada provincia, un trabajo que debe sostenerse en coordinación con el MINSAP”.
II
Los trabajadores agropecuarios y forestales enfrentan dos riesgos asociados a la manipulación de productos químicos y al manejo del ganado. Por eso, “los análisis de la colinesterasa y la brusela son los que a gran escala se les realizan a los que laboran en el sector estatal”, afirmó Osmany Escalona Pacheco, subdelegado de Recursos Humanos de la Agricultura, en Las Tunas.
Explicó que la primera se efectúa para conocer el impacto de los productos químicos en la salud de los fumigadores y de quienes permanecen en almacenes donde se acopian esas sustancias. “El pasado año fueron practicadas 340 pruebas, de las 324 programadas, pues atendemos hasta los trabajadores eventuales”.
No anduvo por los mismos derroteros la de brusela. “De estas habíamos planificado mil 445 y solo hicimos mil 250”, sostuvo Osmany y cuestionó que muchos de los convocados no acudieron el día señalado. “En esta situación tienen gran responsabilidad las direcciones administrativas” y sindicales y demuestra la falta de percepción del riesgo que contraen.
Con el reordenamiento de los servicios médicos han reubicado en instituciones de salud al personal que antes laboraba en empresas agropecuarias, pero “eso no es un problema pues siempre se firman los convenios y la posibilidad de estas atenciones están al alcance de todos”, dijo la ingeniera Dailin Palmero Gutiérrez, especialista de seguridad y salud en la entidad, quien criticó que en ocasiones falta el reactivo o el médico encargado no se encuentra el día pactado.
Los puestos de mayor riesgo están en la ganadería, sobre todo, en el trabajo con los búfalos. El año pasado hubo dos trabajadores afectados con brusela, en la zona de Delicias, del municipio de Puerto Padre, y aunque lo principal es cuidar la salud humana, no se puede descuidar el nefasto impacto económico, porque por esa razón se perdieron 258 jornadas laborales.
Un análisis sobre la seguridad y salud en el trabajo ejecutado por el Sindicato de Trabajadores Agropecuarios y Forestales, reveló los incumplimientos de los chequeos médicos en casi todas las provincias, así como de la vacunación contra el tétanos.
Miguel Contreras, miembro del secretariado de dicho sindicato puntualizó que se ha detectado la existencia de 170 casos de enfermedades profesionales en el sector, con lo cual se reportan cerca de 2 mil jornadas perdidas en Camagüey, Las Tunas, Holguín, así como en el grupo Agroindustrial de Granos y el de Agricultura de Montaña.
III
“Es una obligación de cada trabajador someterse a los chequeos médicos y una responsabilidad de la administración y del sindicato, así está refrendado en la legislación laboral y se refuerza en el nuevo Código de Trabajo. Aquí se hacen en nuestro consultorio y la enfermera coordina los que deben realizarse en otras instituciones”, afirmó Rolando Piñero, especialista principal en seguridad y salud de la Empresa Eléctrica, de La Habana.
Odalys García, técnica de la propia área y la enfermera Marta Rojas, confirmaron lo anterior y expusieron detalles de una labor que tiene arraigo y tradición en el sector. “A los obreros de mayor riesgo los enviamos al profilactorio, allí se hacen las pruebas especializadas; no hemos detectado enfermedades profesionales”, dijo Odalys.
“Algunos tienen tanta confianza en nosotros que nos cuentan sus problemas personales, entonces los escuchamos y aconsejamos lo que creemos mejor en su actuación”, agregó Marta.
No obstante, coincidieron en la necesidad de que los chequeos preempleos se hagan con mayor calidad, e informaron que desde hace tres años tienen dificultades con los reactivos para la realización del análisis que revela plomo en sangre, aseveró Rolando.
José Mariano Meriño, un liniero que tiene 40 años de labor, asegura que para desempeñar este oficio se requieren condiciones físicas que deben ser avaladas por los chequeos médicos: fuerza en las manos y las piernas y estar apto sicológicamente. “Y no es solo al principio, durante toda la vida laboral valoran nuestro estado de salud; trabajar en las alturas y con la corriente trae muchos riesgos y tienes que estar preparado para afrontarlos”.
Alexis Asher Danal, miembro del secretariado que atiende asuntos laborales del Sindicato Nacional de Trabajadores de Energía y Minas, explicó que de los casi 100 mil obreros del sector, unos 30 mil están expuestos a altos riesgos “por lo tanto las empresas deben tomar medidas muy estrictas y velar por el cumplimiento de los chequeos periódicos y especializados de su personal”.
Este sindicato de conjunto con las administraciones ha logrado sistematicidad en el cumplimiento de estos estudios con el apoyo de los institutos provinciales de medicina del trabajo y del profilactorio; y en el caso de los periódicos, aunque han tenido dificultades, se están haciendo a partir de convenios con los policlínicos.
“Nuestros afiliados tienen conciencia de la necesidad de los chequeos y los exigen, aunque a veces la baja percepción de riesgo y la incomprensión de algunos obstaculizan el desenvolvimiento de esta labor. Muchos afirman sentirse bien y se niegan, mas debemos hacerles entender que son chequeos preventivos.
“Un problema que nos afecta, al igual que en otros sectores, es la falta de reactivos. Además de la baja fiabilidad de algunos exámenes específicos, que obliga repetirlos”.
Sobre el profilactorio, único de su tipo en el país, explicó que se atienden anualmente alrededor de 6 mil trabajadores de alto riesgo y cuenta con los recursos para hacer las pruebas especializadas.
Entre el deber ser y la realidad
Los chequeos médicos preempleo son la primera medida de seguridad que se toma con el trabajador. Su cumplimiento y calidad repercuten en la disminución de la accidentalidad laboral. Ana Julia Cleger Anaya, funcionaria de la esfera de asuntos laborales y sociales que atiende Salud del Trabajo en la CTC nacional, explicó que estos exámenes no se hacen de manera objetiva porque los médicos de la familia no consultan con el paciente la labor que realizará ni el centro de trabajo al cual pretende ingresar; de 276 obreros de nuevo ingreso encuestados, el 25 % manifestó estas dificultades.
“En un recorrido por el país hemos constatado que los periódicos se están haciendo en casi todos los centros, pero los especializados no corren con la misma suerte por la carencia de reactivos y otros productos”. En Matanzas, Ciego de Ávila, Camagüey y Las Tunas hay limitaciones con los reactivos para los análisis que detectan la hepatitis y plomo en sangre, expresó.
Sobre la carencia de los reactivos, los doctores María Ester Linares, directora del Instituto Nacional de Salud de los Trabajadores (INSAT) y Armando Garrido Beracierto, director nacional de Salud Ambiental, argumentaron que con el reordenamiento del sistema se concentran los recursos en los lugares donde tienen mayor utilidad, por lo que hoy no existen estos medios en todos los policlínicos. Cada día se hacen menos pruebas de plomo y mercurio por la disminución de obreros expuestos a estas sustancias y sí hay antígenos para realizarlos en los centros seleccionados para eso.
Cuba trabaja para lograr la producción de los medios diagnósticos, pero en la actualidad, la mayoría se importan y algunos demoran en llegar porque hay que adquirirlos en terceros países, un efecto directo del bloqueo económico y comercial de Estados Unidos. No podemos darnos el lujo de que se echen a perder o caduquen en almacenes productos que son tan costosos en el mercado mundial, explicaron.
En el recorrido, los dirigentes de la CTC, también detectaron que hay problemas para el diagnóstico de enfermedades profesionales en Guantánamo; en Holguín no tienen asistencia médica en los centros más proclives a este tipo de dolencias como fue antaño, mientras en Pinar del Río y Sancti Spíritus tienen una situación favorable con la confección de los convenios con Salud.
Respecto a la ubicación de galenos en los centros laborales, la doctora Caridad Pérez Charbonier, jefa de atención primaria de salud, dijo que como resultado del proceso de transformaciones en el MINSAP quedaron definidos aquellos que quedarían con asistencia médica dada la gran cantidad de trabajadores que tienen o los riesgos a que están expuestos.
Responsabilidades compartidas
Para Cleger Anaya, además, de la responsabilidad del trabajador de pedir sus chequeos, la dirección del centro y el sindicato desempeñan un papel fundamental en el cumplimiento de esta legislación. “La administración está en la obligación de coordinar los chequeos con los policlínicos, los centros de atención primaria o con el Instituto de Salud del Trabajo y debe utilizar el presupuesto para mejorar las condiciones laborales y minimizar o eliminar los riesgos.
“El sindicato tiene una cuota de compromiso en la confección de los planes de riesgo y de acción (para eliminar o minimizar los peligros), y en exigirle a la administración que en el convenio colectivo de trabajo aparezcan las enfermedades profesionales relacionadas con el sector y los períodos en que los obreros deben hacerse los exámenes”.
El Ministerio de Salud Pública tiene organizada la realización de los chequeos médicos preempleo y periódicos desde la atención primaria, y ha establecido que se hagan en los horarios deslizantes o los sábados por la mañana, aunque reconocemos que debemos perfeccionar su calidad y sistematicidad, afirmó la doctora Caridad Pérez, jefa de atención primaria de salud.
Sobre el tema, la doctora Ana Cordero, jefa del Programa de Salud Ocupacional, del MINSAP (abarca a todos los trabajadores de todos los sectores) fue enfática: la legislación se actualiza con la próxima entrada en vigor del nuevo Código de Trabajo —más revolucionario aún que el anterior—, por lo que se refuerzan las responsabilidades de cada quien con los chequeos médicos.
“Las administraciones están en la obligación de hacer los contactos con el Ministerio de Salud para su realización. Y ¿dónde debe hacerse el chequeo preempleo?: con el médico de la familia que tiene creadas las condiciones para ello y conoce a su comunidad.
“Algunos piensan que porque no les hacen análisis, Rayos X o ultrasonido pierde calidad el chequeo, pero en la medicina moderna prevale el método clínico, no el de los pinchazos; con un buen interrogatorio y reconocimiento se puede determinar la aptitud de un hombre para un puesto laboral; cuando hacen falta se hacen análisis complementarios. En el país disponemos de consultas de enfermedades profesionales y es donde se ve a los trabajadores con riesgo de padecer algunas de estas patologías.
“Esta es una actividad eminentemente preventiva; las enfermedades profesionales no se producen de un día para otro, y desde aquí del MINSAP, coordinamos los estudios de acuerdo a las capacidades disponibles.
“Los chequeos médicos preempleo y periódicos no son un formalismo, son una necesidad para asegurar que alguien que comienza a trabajar esté sano y quienes llevan años en su actividad no enfermen y puedan expresar a plenitud su productividad”.