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Restauradores naturales

Los guardabosques recorren las montañas para mantener a salvo el patrimonio natural. (Foto: Vicente Brito)
Los guardabosques recorren las montañas para mantener a salvo el patrimonio natural. (Foto: Vicente Brito)

Muchos habrán tenido la experiencia de ir por carretera y tropezar con llamaradas que amenazan con dejar cenicientos a grandes potreros u otros espacios naturales. En tales casos, el instinto pide alejarse cuanto antes del calor, la humareda o posibles quemaduras; sin embargo, hay quienes toman el camino contrario… ¿será por kamikazes?

“Ir pa´ arriba de la candela” significa para los guardabosques acudir al llamado del deber. Para un territorio como Sancti Spíritus, con poco más de 17 por ciento de superficie boscosa, el desempeño de esos profesionales resulta clave para impedir que languidezca el paisaje y toda la vida que en él habita.

Activados sobre todo por la negligencia humana, unos 15 incendios forestales devoraron el verdor de 94 hectáreas de espesura durante el pasado año en el territorio; motivo de pérdidas valoradas en casi 190 mil pesos. Pero, “domar” esa clase de siniestros devino prioridad para estructuras como el Cuerpo de Guardabosques de la provincia, una fuerza cuyo trabajo incide en la ocurrencia de solo 20 incendios rurales (no forestales) en los primeros meses del 2014, sin que llegaran a perjudicar las especies maderables y de animales atesoradas en tierras yayaberas.

Contracandela

Con 55 años de creado, el mencionado órgano vigila y protege los recursos de la naturaleza, con mayor énfasis en contrarrestar incendios forestales en los meses más fríos del período seco. Durante marzo y abril, fuegos de pequeña escala sucumbieron a manos de esa suerte de guardianes que impidieron su propagación hacia áreas pobladas por frondosos árboles.

Respaldados por altos niveles de capacitación y tecnologías entre las que destacan el programa satelital que precisa los focos de calor, y con ellos el lugar exacto del fenómeno, los guardabosques preservan zonas con características especiales como Topes de Collantes, Jobo Rosado, Lomas de Banao, el parque Caguanes, Tunas de Zaza y otras. Además, devienen entes irremplazables en la lucha contra la tala indiscriminada, una actividad más recurrente en algunos puntos como las montañas trinitarias, por la posición limítrofe de ese municipio con Cienfuegos.

La tala indiscriminada causa daños irreversibles a la floresta. (Foto: Vicente Brito)

Decomisos de madera e imposición de multas figuran entre las medidas adoptadas para erradicar esa violación que va en descenso, pero todavía provoca efectos irreversibles en la floresta y afecta especies arbóreas como el cedro, la majagua, el algarrobo y la caoba.

Trabajadores multifuncionales

“Asumimos una variedad de acciones: serramos madera, garantizamos parte de esta para la cosecha del tabaco, repoblamos terrenos irrumpidos por el marabú en municipios como Jatibonico, Cabaiguán, La Sierpe y zonas aledañas a la presa Zaza, fomentamos la siembra de plantas para aumentar el índice de boscocidad de la provincia, que es bajo comparado con el de otras de la Isla. Además, nos dedicamos a enviar carbón al exterior; de los 36 contenedores que nos planificamos este año, hemos exportados 30”, afirmó Alberto Hernández, director de la Empresa Forestal Integral (EFI) en la geografía espirituana.

Distintos proyectos emprenden los trabajadores de un sector en el que confluyen muchos esfuerzos para aprovechar las riquezas de Natura al mismo tiempo en que laboran para hacerlas inagotables. Entre las iniciativas distinguen la mezcla del eucalipto y el cedro con el objetivo de sustituir la importación de este último para el laminado del tabaco.

Instituciones como la Unidad Empresarial de Base (UEB) Forestal de Trinidad, reconocida como Vanguardia Nacional y ratificada con esa condición en 2014, suman manos al quehacer que garantiza materias primas utilizadas en la apicultura, en obras priorizadas, en la construcción de sarcófagos y de módulos de envases para acopio. De acuerdo con Robeldi Nicot Terrero, al frente de la mencionada entidad silvícola, “este año incursionarán por primera vez en el Valle de los Ingenios para mejorar su entorno y continúan insertos, junto al CITMA, en los programas de manejo costero y en el de erradicación de especies exóticas invasoras en ese tipo de ecosistemas”.

Personalizados en las manos callosas de un carbonero o en el instinto vigilante de un guardabosque, quienes ejercen en el ámbito forestal desdoblan esfuerzos para cumplir con una tarea que trasciende el solo hecho de plantar o regar; porque beneficiarse del medio ambiente sin extinguir sus caudales, no es trabajo que pueda hacer cualquiera.

Trabajadores forestales ha repoblado la península de Ancón, eliminando especies exóticas invasoras que hacen peligrar la vida del ecosistema. (Foto: Vicente Brito)
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