¿Qué llama la atención en el trabajo médico con el béisbol respecto a otros deportes?
La falta de preparación física que tienen la mayoría de los peloteros. Estamos hablando que solo juegan medio año, se preparan dos o tres meses previos y no a tiempo completo como en la lucha, el judo, el boxeo, etc., que entrenan con cargas planificadas, pero a la vez con seguimiento técnico y médico supervisado.
Los hábitos nutricionales también son muy malos y aunque se han mejorado las condiciones de vida, hay un grupo de elementos que hacen que su físico no sea el ideal y favorezca al nivel de lesiones.
Cuando integran el equipo Cuba o juegan en ligas foráneas muchos aprenden la importancia de la profilaxis, ¿Cómo lograr que comprendan más este aspecto?
Esa es una fórmula buena, porque vista hace fe, pero nosotros tenemos un universo de 500 jugadores y solo unos 30 pueden tener hoy esa conciencia. Hay quienes te piden esos ejercicios y masajes cuando termina un partido, pero en la Serie Nacional es difícil, porque cuando se juega a la una de la tarde no hay tiempo para hacer nada, ya que el pelotero termina y no quiere ni rehabilitarse. Al otro día se levantan tarde y van directo a comer algo para irse al juego. Es un círculo vicioso que a veces son cuatro meses sin hacer ningún plan profiláctico.
El tema dopaje, ¿cómo ha sido el trabajo?
En la Serie 52 logramos hacer 175 muestras fuera de competencias oficiales, pero sí en el marco del campeonato nuestro. En la Serie 53 no tuvimos esa oportunidad, aunque en la final sí pudimos hacer el control a los equipos de Matanzas y Pinar del Río. En tiempos futuros pensamos hacerlo a todos los conjuntos, en especial a los ocho finalistas, aunque todo pasa por un tema económico.
La inserción en otras ligas pudiera también acarrear cansancio, lesiones y afectar la incorporación a series nacionales.
El proceso de estar en una forma relativamente media, buena o mala cuando empiece la Serie Nacional depende de cada individuo. Estamos viendo ahora a Frederich Cepeda en la Liga Japonesa. Si hubiera estado bien físicamente, en el orden de lo que hemos hablado hasta ahora, estuviera rindiendo más. Hay que hablar también de la adaptación al país, las costumbres alimentarias, el torneo; e ir sin entrenador, médicos ni fisioterapeuta. Cuando se viaja con esas personas es diferente la ayuda y la orientación. Esos contratos en el extranjero exigen un mayor nivel de preparación, de destreza y de concientización de la forma física que tienen que lograr previo a ese momento. Ojalá y ayude a todos las estrategias y protocolos que hemos tratado de establecer desde el 2012.
¿Algún comentario sobre nuevas técnicas en la fisioterapia?
Hemos introducido técnicas novedosas y actuales en la fisioterapia, como son la kinesiología holística, la medicina cuántica, la terapia manipulativa, la osteopatía y laquiropraxia, las cuales estamos tratando de que los técnicos en provincia conozcan porque mejoran o disminuyen los tiempos de recuperación de las lesiones y prevén su aparición. Nos falta mucha tecnología, pero la comisión nacional médica del béisbol tiene herramientas suficientes para mejorar el estatus de lesiones a nivel del equipo nacional.
¿Pudiera actualizarnos de la situación de algunos peloteros del equipo nacional que estuvieron o están lesionados?
Alexei Bell necesita una terapia como la que le hicimos una vez aquí y lo curamos. En el caso de Héctor Olivera no ha tenido más manifestaciones en su enfermedad de base. Vladimir García está pendiente de su reincorporación a los entrenamientos, igual que Yolexis la Rosa y Yasmani Hernández Romero, operado de apendicitis. Yasmani Tomás tiene una lesión en la muñeca, pero va mejorando y Erlis Casanova tenía una lesión en el codo, pero ya está tirando en su provincia.
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