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Guerrillas en La Habana

Ha leído usted bien. Desde hace más de tres décadas las “guerrillas” han tomado la capital cubana, colonizando barrios completos y enrolando entre sus filas a miles de jóvenes; porque esta modalidad callejera del baloncesto es, como bien reza su slogan internacional, “el deporte urbano de equipos número uno”.

Desde las canchas de cemento, hasta improvisados aros instalados en plena calle, por años el baloncesto de tres jugadores ha constituido una práctica común, arraigada entre sus asiduos y muy vinculada a la cultura underground del Hip-Hop. Aunque es válido destacar que en los años 90 del pasado siglo, el Proyecto Malecón favoreció su divulgación en La Habana.

Sin embargo, su desarrollo como deporte organizado ha sido uno de los objetivos impulsados con mayor fuerza por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) en los últimos años, iniciativa que tuvo su puesta en marcha en Cuba el 22 de marzo del 2013, cuando Ricardo Fernández Cueto fue oficializado por FIBA Américas y la Federación Cubana del Deporte como coordinador nacional del 3×3.

Desde entonces y con el objetivo expreso de expandir las reglas de juego planificadas, en La Habana se realizó un trabajo de detección de posibles activistas y promotores, especialmente en sitios en los cuales se jugaba con frecuencia.

Explica Fernández que han sido meses de intensa faena para conseguir que la red de colaboradores funcione bien. “En apenas un año nuestro país ocupa el puesto 64 del ranking mundial y nos ubicamos en el número 15 del planeta en cuanto a la organización de eventos deportivos por su calidad y resultados”.

En ese tiempo se han organizado talleres de capacitación para árbitros y anotadores, así como clínicas para jugadores callejeros con el fin de aclimatarlos a un nuevo escenario con reglas de tiempo y manejo del balón. De este proceso participó activamente el señor Néstor Rodríguez, director de desarrollo de FIBA Américas.

Ricardo Hernández, coordinador nacional del FIBA 3×3. Foto: Del autor

Hoy resultaría imposible cuantificar la cifra exacta de personas que juegan a diario —y solo en La Habana— el 3×3, pues quien haya dribleado alguna vez un balón es casi seguro que ha incursionado en esta variante mucho más dinámica, espectacular, y que requiere de menos espacio y baloncestistas.

Según datos ofrecidos por Fernández, en los 21 eventos oficiales celebrados hasta el momento (desde los barrios hasta la provincia), han participado cerca de 140 equipos de cuatro jugadores per cápita, lo cual hace un total aproximado de 560 practicantes.

Además de la masividad y aceptación, el directivo comentó que una de las premisas del proyecto radica en su vinculación con la comunidad y la práctica sana de la actividad física. “Hemos defendido siempre el deporte como espacio de recreo, no como campo de batalla. Allí está prohibida la ingestión de bebidas alcohólicas u otras sustancias similares.

“Estuvimos en barrios como Romerillo con Kcho y su proyecto, en El Palmar y en sitios emblemáticos del baloncesto callejero en la ciudad como las canchas de 23 y B en el Vedado y la de la Casona de La Habana del Este: en ninguno de estos sitios fue necesaria la intervención de la policía para evitar posibles disturbios”.

Fernández reconoció que aún no se puede hablar de un movimiento uniforme en todo el país, pues la experiencia piloto se aplicó en La Habana, mas espera extender de inmediato la estructura organizativa a plazas tradicionales del baloncesto como Ciego de Ávila, Pinar del Río y Santiago de Cuba.

En reconocimiento a sus resultados, Cuba fue invitada a participar con un equipo femenino en el Campeonato Mundial, celebrado entre el pasado 5 y 8 de junio en Moscú, Rusia (no fue posible asistir). Además, según Fernández, la FIBA planea ofrecer al país la oportunidad de acoger uno de los campeonatos Challenger del 2015 en La Habana por sus excepcionales locaciones.

Y es que las guerrilla:, 21, AND1, tres pa´ tres, o FIBA 3×3 —como prefiera llamarlo— nacen de la calle y se nutren de ella, “no se trata solo de un espectáculo deportivo de gran calidad, sino de una filosofía de integración con la comunidad”, aseguró Fernández, quien está convencido de que las “guerrillas” cubanas, luego de décadas, tienen mucho que ofrecer y han llegado para quedarse.

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