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El Aedes ataca bajo lluvia

La tarea fundamental es prevenir, descubrir y destruir y en eso nos ayudan mucho los dúos focales, explica  el licenciado en licenciado en Higiene y Epidemiología Armando Díaz Pérez. Foto: Eduardo González Martínez
La tarea fundamental es prevenir, descubrir y destruir y en eso nos ayudan mucho los dúos focales, explica el licenciado en licenciado en Higiene y Epidemiología Armando Díaz Pérez. Foto: Eduardo González Martínez

El período de lluvias e intenso calor, que nos atañe por estos días, es más que solo una época del año. Las abundantes precipitaciones y las altas temperaturas son un aliciente increíble para un enemigo mortal: el mosquito Aedes Aegipty, agente trasmisor del dengue.

Llegados estos meses no queda sino incrementar las medidas de vigilancia y el combate contra el peligroso vector. Como en otras provincias del país, en Pinar del Río los distintos responsables unen esfuerzos para enfrentar la situación. A los conocidos integrantes de la campaña de lucha antivectorial, se les suman, desde hace más de un año, los dúos focales, iniciativa de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y el trabajo de los médicos en los consultorios.

El camino es de la prevención como forma superior del trabajo. Un foco evitado es sinónimo de reducción de amenazas a la salud así como un ahorro considerable de recursos para el país.

Por estos días del año

Las lluvias y el intenso calor recrean el escenario perfecto para el Aedes. Las características de reproducción de la hembra inciden condicionan su elevada supervivencia pues esta coloca los huevos en diversos recipientes con una etapa de supervivencia de más de un año. Tras las precipitaciones, los huevos que quedaron de la estación pasada puedan eclosionar.

Estos hechos provocan un casi seguro incremento del índice de focalidad, como ocurre en la más occidental de las provincias. Sin embargo, la lucha mancomunada entre los distintos factores promete el triunfo.

La atención prioritaria se inclina hacia el sector residencial y los motivos son de peso, porque “más del 70 por ciento de los focos están en las viviendas y por eso la gran responsabilidad que tenemos nosotros como organización en este asunto”, explica Ovidio Miranda Rodríguez, secretario de organización y apoyo a las tareas de la economía de la dirección provincial de los CDR en Pinar del Río.

Por estos motivos, “se trabajó, mediante un conjunto de medidas tomadas en el primer trimestre del año, para arribar a este período con menor afectación. Lo que se busca es que los dúos focales en cada cuadra, junto a los vecinos, traten de eliminar o reducir al máximo los riesgos”, explica Wilfredo Correa Valladares, jefe del departamento de control y vigilancia en la Unidad Provincial de Vigilancia y Lucha Antivectorial.

Llegó para quedarse

Los dúos focales constituyen un arma imprescindible en la prevención requerida. Constituidos por dos cederistas, son preparados por los campañistas y se mueven en sus cuadras.

“Es una tarea que llegó para quedarse y por eso están creados en los 7567 CDR que tiene la provincia. Los compañeros de vectores tienen las normas jurídicas para aplicar medidas, pero con este trabajo y la labor preventiva, podemos crear una comunidad saludable, evitar que prolifere el mosquito y la aplicación de multas”, afirma Miranda Rodríguez.

El éxito de la gestión de estos radica en que “ellos revisan con mayor profundidad, confianza y son de mucha ayuda para el trabajo de los campañistas, porque cuentan con la confianza de los vecinos por ser del mismo barrio”, afirma María Magdalena Romero Casas, coordinadora de la zona 57, circunscripción 14 de Santa Lucía en el municipio pinareño de Minas de Matahambre.

La idea es que los campañistas cuenten la ayuda de dos personas conocidas para que no quede una sola casa cerrada. Estos informan también al médico del consultorio cualquier incidencia, para lo cual la preparación obtenida en los seminarios es imprescindible, como atestiguan Hilda Reinoso y Basilia Páez Rodríguez, integrantes de un dúo focal en el mencionado municipio.

Buenos dividendos en la batalla contra el Aedes

El dúo no sustituye no sustituye la labor del campañista, pero es una herramienta más. Triunfar en esta tarea es un paso para asegurar la salud de las personas, pero también una ayuda para el ahorro de preciados recursos económicos que el país destina a la campaña.

“Las tres labores fundamentales son descubrir, destruir y evitar. En estos momentos lo fundamental es evitar, porque así actúas sobre el riesgo y ese palabra es primordial”, añade Correa Valladares.

En esta batalla interviene también el médico de la familia, quien debe conocer a los dúos para fomentar las acciones conjuntas. Asimismo, en muchos lugares se coloca al campañista en zonas fijas para incrementar su conocimiento del lugar.

Las fumigaciones constituyen una medida para enfrentar el problema pero no es el remedio total. Otra medida que se adiciona es la realización de barrios debate en las comunidades y la identificación de las áreas de mayor riesgo.

La conjugación de todos los eslabones de la cadena, la preparación e implicación en mayor medida de los cederistas en las tareas de prevención y la educación continúa, van de la mano en Vueltabajo. Por esta época del año, los pinareños aprestan los paraguas, pero también linternas, espejos, y todos los materiales para enfrentar al mosquito. Junto a los campañistas, los dúos focales tocan las puertas alertando.

 

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