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¿Su niño tiene vértigo?

el vértigo infantil existe, y puede convertirse en el comienzo de enfermedades posteriores en edades adultas,
«El vértigo infantil existe, y puede convertirse en el comienzo de enfermedades posteriores en edades adultas»

Diferentes definiciones dan los especialistas al vértigo. Unos aducen que es la impresión de girar o ver que los objetos volteen alrededor de uno mismo; otros lo describen como una alucinación de movimiento, mientras la Doctora en Ciencias Médicas Eulalia Alfonso Muñoz, audióloga del capitalino hospital Carlos J. Finlay, lo califica como una sensación anormal del movimiento.

Cualesquiera de esos efectos debe ser desagradable, desconcertante y hasta peligroso en un adulto que sabe interpretar una respuesta para actuar ante tales casos o explicarlo a su médico, bien distinto de lo que sucede cuando se presenta en un niño, sobre todo si es menor de un año, que no puede manifestar ni expresar lo que tiene.

La doctora Marta Rosete, del hospital infantil Federico Gómez, de México, asegura que un infante “expresa el vértigo con sensación de miedo, se pone pálido, se abraza de su mamá o de la persona que tiene cerca de él y llora; sus ojitos se mueven hacia los lados buscando la posición correcta, el corazón se agita, y hay descargas de adrenalina que hacen que el niño sude, vomite, tenga náuseas y entre en pánico. Generalmente después de una crisis queda la inestabilidad: camina, se va de lado y en ocasiones se cae”.

Hace más de 30 años se pensaba que era una enfermedad exclusiva de los adultos y personas de la tercera edad, pero los casos de vértigo en los pequeños van en aumento actualmente. Sin embargo, la doctora Eulalia Alfonso, también especialista de segundo grado en Otorrinolaringología, aseguró a Trabajadores, que en Cuba no es un problema de salud, ya que aparece en el 1 % de los menores de 5 años, aunque consideró que debe prestársele mucha atención y cuidado.

Explicó que está asociado a más de 300 padecimientos, entre ellos la otitis media y algunas enfermedades traumáticas, virales, bacterianas o infecciosas; su diagnóstico es muy importante y pueden hacerlo los médicos de la familia, quienes son capaces de interpretar la sintomatología, tratar la dolencia de base o remitirlo al especialista si considera que requiere otras pruebas para determinar la causa.

El vértigo infantil no es un problema de salud en Cuba, pero la doctora Eulalia Alfonso aconseja atenderlo a tiempo. | foto: René Pérez Massola

La doctora Eulalia aconsejó que ante cualquier problema de salud de un niño lo primero que deben hacer los padres es acudir al médico, y sintetizó que el tratamiento más eficaz para contrarrestar este malestar son los ejercicios de rehabilitación vestibular.

Por su parte, en un interesante artículo publicado en su blog, la doctora Marta Rosete, recomienda: “Si su niño presenta vértigo alguna vez, mantenga la calma, obsérvelo cuidadosamente, acérquese a él, no lo deje caminar para evitar que se caiga y explíquele que pronto pasará, hágalo que mantenga sus ojitos abiertos y mire fíjamente algún objeto, pues al cerrarlos el mareo será de mayor intensidad; si el episodio repitiera o el niño queda con inestabilidad, es importante que consulte a su pediatra y él decidirá si amerita un estudio especializado”.

Aunque no es muy frecuente, el vértigo infantil existe, y puede convertirse en el comienzo de enfermedades posteriores en edades adultas, como esclerosis múltiple o sordera profunda. La bibliografía consultada afirma que en el 99 % de los casos de vértigo infantil el pronóstico es bueno.

En los adultos

La propia Eulalia Alfonso Muñoz explicó que una situación distinta se presenta en los adultos y personas de la tercera edad, ya que el vértigo puede ser provocado por una hipoacusia, enfermedades traumáticas, vasculares o tumorales, entre otras.

Aclaró que “cualquier trastorno cervical no da mareos, sino aquellos donde está comprometida la circulación del cuello o de la cabeza, donde hay alteración de las arterias vertebrales, que son las encargadas de llevar al cerebro una gran cantidad de sangre, por lo que alguna alteración que provoque compresión a nivel de estos vasos puede traer un vértigo periférico o central.

“Una de cada 10 personas que atendemos en las consultas de otorrinolaringología manifiestan tener este síntoma, que frecuentemente se acompaña de náuseas, sudoración, palidez, ruidos en los oídos y hasta disminución o pérdida de la audición”.

Refirió que el alcoholismo, el tabaquismo y las drogas también pueden provocar este tipo de padecimiento, por lo que su prevención es posible al alejarse de esos hábitos. A las personas que sobrellevan esa sintomatología les aconseja cuidar los movimientos y los cambios de posturas que pueden provocar desequilibrios.

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