Estados Unidos quedó este jueves aislado por los países latinoamericanos y caribeños, que reclamaron en la plenaria matutina de la Asamblea de la OEA la participación de Cuba en la próxima Cumbre de las Américas.
Un desfile casi interminable de intervenciones de los representantes de los Estados de la región rechazó los planteamientos de la delegación norteamericana para evitar o condicionar que la isla antillana esté presente en el evento a desarrollarse en abril del próximo año.
Después de leer apresuradamente sus objeciones, la representante permanente de Washington en la OEA, Carmen Lomellín, sólo apoyada tímidamente por Canadá, debió soportar la reacción contraria de la gran mayoría de las misiones presentes.
Latinoamericanos y caribeños reclamaron una invitación incondicional a Cuba para la mencionada Cumbre y buena parte de ellos advirtieron que sus países no asistirán a Panamá, sede de la reunión, si no está presente a pleno derecho la delegación cubana.
La impugnación a los planteamientos excluyentes de Estados Unidos se inició con la intervención de Ecuador, seguido por Venezuela, Argentina, Brasil, Bolivia, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Uruguay, México, Dominica y Trinidad Tobago.
Una segunda tanda de rechazos a la pretensión de la diplomática estadounidense la protagonizaron Barbados, Colombia, El Salvador, Paraguay y Perú, contándose también con una posición favorable a la asistencia cubana de Panamá, país sede de la Cumbre.
La víspera, durante una conferencia de prensa, Heaffer Higginbottom. subsecretaria de EStado de Estados Unidos, en respuesta a una pregunta de Prensa Latina, había anunciado que se opondría a la invitación a Cuba, pero hoy la realidad sepultó sus esperanzas anticubanas.
(Información de Prensa Latina)