La defensa de los trabajadores no puede ser una consigna más, sino una acción basada en el conocimiento de lo que se intenta, de ahí que si el movimiento sindical hinca rodilla en busca de fórmulas para un incremento salarial, está obligado a la mayor capacitación, en especial acerca de las más recientes normativas sobre el tema.
Ello se hizo palpable una vez más en reciente debate de los sindicalistas nacionales del sector de la alimentaria y la pesca, quienes analizaron detalles de la Resolución 17 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el más nuevo e importante elemento normativo del orden salarial en el país y que responde a varios de los Lineamientos aprobados en el VI Congreso del Partido.
Una máxima prevalecerá, y es que cualquier incremento será sobre la base de la eficiencia y la productividad, o sea, del cumplimiento de los indicadores directivos y las posibilidades económicas y financieras de la empresa, sin deterioro del gasto de salario por peso de valor agregado bruto planificado.
Ese fenómeno, unido a que no habrá financiamiento externo para salarios, o lo que es lo mismo, que el ingreso será proporcional a la inteligencia y esfuerzo de todos en la propia entidad, torna imprescindible la participación sindical inteligente y culta.
El sindicato no será quien cree los sistemas de pago, pero tiene que saber cómo se conforman y su potencialidad; además, no deberá existir ocasión para que la organización sindical se entere de qué ganó cada cual luego que el dinero esté en el bolsillo del trabajador.
Ciertamente la aplicación de la citada Resolución exige el conocimiento más exacto de sus preceptos, en especial para sindicalistas no siempre los más competentes en temas económicos y financieros, pero que deberán prepararse al máximo para evitar el pernicioso voluntarismo y acciones apresuradas o mal concebidas.
Ante tal realidad, los miembros del comité nacional del sindicato de la industria alimentaria y la pesca expusieron el siguiente ejemplo: “Hoy en esta reunión nos instruyen directivos nacionales del ministerio y del Partido, sin embargo, si la Resolución 17 se materializa en cada centro, ¿qué nivel le damos a la preparación de los dirigentes sindicales en la base y a los propios trabajadores?”
También recordaron empresas donde se aplicó hace poco tiempo la disponibilidad y hoy ―lamentablemente― ocupa a un número mayor de trabajadores, a la vez que centros con menos plantilla y donde se gana lo mismo que antes. En tales casos ―amén de otros factores― faltó conocimiento de los sindicalistas, algo fundamental para que el buen augurio con esta Resolución se haga realidad.