La delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), de Las Tunas, otorgó el Premio de Medio Ambiente al Polígono Experimental de Suelos de ese territorio del oriente cubano.
El lauro reconoce a esta institución por los resultados como promotora del empleo de técnicas agroecológicas que contribuyen al rescate de las potencialidades productivas de tierras dañadas por la erosión y el mal manejo del hombre.
Desde la finca Las Y de Calzadilla —piloto de la experiencia—, ubicada en la periferia de la ciudad capital, se irradian herramientas de este tipo que ya rinden provechos en la preservación de los suelos y en el aumento de las producciones.
“Por esta finca comenzaron a utilizarse diversas tecnologías, entre las cuales sobresalen la siembra en semicírculo en curvas de nivel, conocida también como siembra en contorno; relleno con vegetal y material orgánico, y el surco cabecero”, recuerda la ingeniera Agrónoma Yennys Ramírez Cano, promotora de este empeño.
Comenta Yennys que las primeras medidas incluyeron, también, la corrección cárcava (aliviaderos); siembra de barreras vivas (cultivo de vetiver, una maleza que se junta y no permite el arrastre); el arrope; siembras vivas (boniato y calabaza); el drenaje simple; levantamiento de muros y tranques; aplicación de materia orgánica; nivelación del terreno; surca contra pendiente; y, el abono verde.
Y esas prácticas se han socializado a cientos de productores de la provincia, bajo los auspicios de la Empresa Provincial de Suelos, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, el propio CITMA y el Proyecto de Innovación Tecnológica Local (Pial), que liderea la organización de talleres, clases prácticas, conferencias y literatura que apoyan a campesinos privados y de granjas, que contribuyen a elevar la cultura en esta materia.
Especialistas del sector aquí anuncian la extensión de esos instrumentos agroecológicos a los ocho municipios de la provincia, donde ya se trabaja en la inclusión de estas tecnologías en fincas que servirán de pivote a la generalización de los saberes.
El objetivo del programa es detener el deterioro de los suelos por el impacto negativo de su explotación irracional, en una zona que muestra más del 80 % de sus tierras marcado por la degradación visible en factores como la poca profundidad efectiva, erosión, mal drenaje, salinización y compactación.
Como resultado de esta convocatoria, el año pasado recibieron algunos de estos beneficios unas 8 mil hectáreas de tierras cultivables.
