Ha muerto Eugenio George (Baracoa, 1933) y el voleibol mundial está de luto. Las lágrimas asaltan a familiares, amigos, colegas y aficionados. Se hace un alto en el camino porque parte un ícono, un genio, un maestro, un hombre virtuoso que ingresó vivo a la leyenda del deporte universal.
El legendario guía de las Espectaculares Morenas del Caribe, mejor entrenador del siglo XX en la rama femenina, se marchó la noche del pasado sábado con la tranquilidad del deber cumplido; con una estela de triunfos deportivos y éticos, con el amor de sus jugadoras y compañeros, con la admiración del pueblo cubano que tanto disfrutó los éxitos que su talento ayudó a edificar.
Eugenio fue el artífice del modo de entrenar y jugar que hoy se reconoce como la Escuela Cubana de Voleibol. Su seriedad y constancia, su inteligencia, labraron el sendero para tres títulos olímpicos y mundiales, cuatro en copas del mundo, dos en Grand Prix y muchos otros en lides regionales y continentales.
Puso a Cuba en un lugar cimero, de ahí que Mireya Luis afirmara emocionada al despedir su duelo: “es difícil desprendernos de alguien que hizo historia, pero no cualquier historia: dio su vida al deporte y estuvo cerca del terreno de voleibol hasta sus últimos días, brindando sabiduría, experiencia y calma. Nuestro deporte no vivió siempre momentos color rosa, pero Eugenio tuvo la capacidad de levantarse apoyado en su colectivo. ¡Cuánta entereza y corazón derrochó para dirigir durante tanto tiempo a mujeres y hombres! Gracias por ser tan humano, gracias por dejarnos una escuela, gracias por tanto amor”.
La mítica Regla Torres afirmó que la mejor manera de recordarlo y honrarlo es continuar su trabajo y levantar el voleibol, su gran sueño en los últimos años de vida. El amigo Ronaldo Veitía estuvo horas sentado justo al lado del féretro. Allí nos dijo: “su carácter, su carisma, su sapiencia, no la volveremos a tener. Eugenio se ha ido, es la pérdida de un rey que se lleva su corona”.
El profesor Justo Morales lamentó la partida del amigo y de un modelo de hombre: “creó un estilo de trabajo, una filosofía de juego que universalizó. Agradezco la fortuna de haber compartido con él muchos instantes. Será recordado en los terrenos y en la literatura deportiva. Seguirá unido a nuestro voleibol por siempre”, afirmó.
Sarbelio Fuentes admitió presenciar un momento doloroso, porque fue “un gran formador, una gente difícil de olvidar”. Alcides Sagarra consideró que “es grande el pesar del pueblo cubano. Eugenio fue uno de los cimientos del deporte en nuestro país. Hay personas que dan luz de aurora aún después de muertos”.
