Por esa razón, este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) enfoca sus alertas a este segmento poblacional, en el cual, según las investigaciones, la edad de inicio es un elemento importante que influye en el grado de dependencia al tabaco; si se empieza a fumar a edades tempranas es más probable que se continúe la adicción en la adultez, y menos probable que se abandone, y por tanto, será más largo el tiempo como consumidor, lo que aumenta las posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas.
Cuba dedicará la jornada de este 31 de mayo a instar a los niños y adolescentes a evitar la iniciación como fumadores. El lema de la campaña será Súmate a la acción… ¡Vota por No fumar!, con el objetivo de protegerlos de las devastadoras consecuencias que tiene para la salud el tabaco y de los flagelos sociales, ambientales y económicos que se derivan de su consumo de tabaco y de la exposición al humo que desprende.
Las labores específicas en la escuela o el aula, el uso de los medios de comunicación social, las intervenciones comunitarias en escenarios de recreación, complementados por un refuerzo de la autoestima y de la capacidad de decisión propia, constituyen importantes acciones que deben actuar de forma combinada para ser eficaces en la prevención del inicio en este nocivo hábito.
La nicotina es un producto altamente adictivo y su experimentación durante la niñez y la adolescencia puede llevar fácilmente a toda una vida de dependencia a fumar. Según la OMS, el tabaquismo se inicia en los primeros años de la adolescencia, y de los mil 100 millones de fumadores que hay en el mundo hoy en día, el 90 % comenzó con el hábito antes de los 19 años.