Resulta que en el año 2011, tras el deceso del padre, su otro hermano corrió la cerca que delimitaba las fincas Villa Alicia 1 y Villa Alicia 2, quitándole área cultivable a la parte que ambos han trabajado durante más de 25 años. La división de la finca originaria —Villa Alicia— la habían realizado en 1993 sus padres, Ubaldo Córdova Sánchez y Fidelia Leal Capote, como parte de la liquidación de bienes matrimoniales.
Silvio y Omar realizaron denuncias a varios organismos que dan con lugar su caso. La última fue tramitada ante la Contraloría General de la República y el Ministerio de la Agricultura (MINAG), por lo que, después de una rigurosa investigación, y con fecha 4 de octubre del 2013, el Centro de Control de la Tierra y los Tractores, del MINAG, transmitió a la Dirección de la Agricultura de Artemisa las indicaciones para que se restablezca el límite de las fincas.
Exponen que un abultado expediente con todas las quejas y reclamaciones gestionadas consta en su poder y recalcan que están urgidos de encontrar la solución definitiva, porque la actual situación los limita para sembrar, hacer los contratos de las cosechas, solicitar créditos bancarios y hasta legalizar la propiedad de la vivienda de la finca donde reside Silvio.
Reconocen que ya se han aplicado algunas medidas con el infractor, pero ninguna efectiva, y se preguntan qué más podrían hacer en aras de una respuesta definitiva.
Esperemos que los organismos involucrados hagan cumplir las últimas indicaciones, porque un hecho como este, que nos recuerda “las maldades” de Doña Bárbara, no puede quedar impune.