Por Roberto M. López de Vivigo, estudiante de Periodismo
En el Salón Internacional del Hotel Habana Riviera reina una aparente calma. Los ajedrecistas parecen haber olvidado su voz y frente al tablero solo atinan a observar la posición, y de vez en cuando se levantan para mirar los demás encuentros. Un silencio perturbado por los susurros de los aficionados. Pero allí están también los árbitros, jueces que mantienen la tranquilidad del lugar, y la justicia en cada batalla entre ejércitos blancos y negros.
Entre esos magistrados sobresale Serafín Chuit, un hombre con rasgos asiáticos que es el “prefecto” principal del Grupo Élite. En el 2014 él y Enio Bello cumplirán 30 años como Árbitros Internacionales (AI).
¿Cuántos Torneos Capablanca In Memoriam han presenciado al “Chino” vestido con “toga”? Ni él sabe la cifra, han sido tantos. Pero sí recuerda que en los primeros se necesitaban más colegiados, uno por mesa, los cuales se llamaban fiscales, tradición que se mantuvo hasta 1972 cuando la lid se desarrolló fuera de la capital.
Si le preguntan por el evento más difícil en el que ha impartido justicia, Serafín dirá que todos, “porque cada uno tiene sus características. En diciembre de 2013 estuve en los Juegos de la Mente. Allí participaron los mejores del mundo tanto en el masculino como en el femenino. Aunque era de partidas rápidas, había tensión porque jugaba la élite del orbe”.
“Hay torneos en que la dificultad radica en otros aspectos. Por ejemplo en los que son más masivos. Acabo de regresar del Campeonato Internacional Abierto de México, donde fui Árbitro Principal de la llave más importante que tenía alrededor de 130 trebejistas, además había mucha disparidad entre los atletas”.
Cuenta Serafín que el nivel del arbitraje cubano puede mejorarse mucho. “Hay países como España y varios de América Latina que en estos momentos nos superan, porque tienen más competencias, experiencia, posibilidades tecnológicas (Internet, programas computarizados). En Cuba tampoco se hacen torneos de gran altura, prácticamente el Capablanca es el único. Sin embargo ya tenemos una AI, y algunas FIDE.”.
“También nos faltan implementos. Los ritmos rápidos (Blitz) se promueven más y nosotros estamos un poco atrás, no tenemos en este caso relojes electrónicos modernos”.
Al final de la entrevista se imponen las cuestiones técnicas, pues a partir del Primero de Julio existirán leyes nuevas para regir el ajedrez. “Se actualizarán las regulaciones del Sistema Suizo, del rating, de los títulos”.
Este año será juez por décima ocasión en una Olimpiada Mundial. La ciudad de Tromso, Noruega, atestiguará el paso lento y la mirada atenta de Serafín. Otra vez nos dará una lección de magisterio y profesionalidad.