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La unidad vibró en las plazas

Los educadores iniciaron la marcha.
Los educadores iniciaron la marcha.

Este Primero de Mayo, un torrente humano de inusitada intensidad, estremeció las plazas de la provincia de Las Tunas, a las que acudieron, fundidos en un haz, trabajadores, estudiantes, protagonistas de gestas libertarias, campesinos… el pueblo entero para demostrar su fe inquebrantable en el socialismo y la Revolución.

Fue una denuncia rotunda a las campañas de infamias orquestadas por el imperio, contra una nación que se yergue victoriosa en el afán de construir un socialismo próspero y sostenible.

Los 17 bloques sacudieron la Plaza de la Revolución Mayor General Vicente García, en la ciudad capital, y dotados de fuerza telúrica deshicieron suspicacias, calumnias… y construyeron un mensaje de unidad y respaldo del pueblo a los acuerdos del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba y al proceso de actualización del modelo económico.

Tras la alocución de Elena Chagues Leyva, secretaria general de la organización obrera en el territorio, con pasos y voces firmes el movimiento sindical desmontó patrañas y ratificó la voluntad mayoritaria de los cubanos de replantearse el modelo económico de desarrollo y construir, con sus propias manos y el ingenio colectivo, un sistema  que busca elevar la calidad y el nivel de vida de sus ciudadanos.

La marcha demostró el compromiso de contribuir a esos anhelos desde las trincheras del trabajo y en lucha frontal contra las indisciplinas sociales, el delito, la corrupción y otras manifestaciones de conductas impropias, que los portavoces del capitalismo promueven como nueva herramienta contra los procesos revolucionarios en nuestra América y el mundo.

Porque, los sentimientos de solidaridad tantas veces materializados por el movimiento obrero cubano no le permiten ver con tranquilidad, sin denuncias, las amenazas que se ciernen sobre esos gobiernos de corte popular que hacen tangibles la posibilidad de un mundo mejor, en el cual predominen la justicia social, la equidad…

Por eso hubo muestras de solidaridad con todos los trabajadores del mundo que hoy reclaman sus más elementales derechos humanos, con los hermanos venezolanos y de otras naciones que son víctimas del proceder imperial.

Junto a los trabajadores tuneros estuvieron Gladys María Bejerano Portela, vicepresidenta del Consejo de Estado y Contralora General de la República; René Mesa, ministro de la Construcción; y las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en el territorio..

Ese torrente humano, descrito en síntesis, tuvo hoy réplicas en las ciudades cabeceras de los ocho municipios de la provincia, pero desde hace varios días estremeció centros laborales, comunidades rurales, consejos populares…, parques, bateyes… donde se trazaron compromisos para seguir conquistando el futuro.

Amigos italianos compartieron la marcha.
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