Franz Halasz, renombrado guitarrista alemán, colmó los espacios del Museo de Historia de Trinidad con un repertorio de lo más excelso de la música en el orbe.
Melodías de Joaquín Turina, la de Hans Werner Henze y las obras originales de Ferdinando Carulli fueron escogidas por el artista para enamorar con sus arpegios al público trinitario. Merecedor del premio Segovia en 1993, Halasz ha interpretado magníficamente la obra completa del gran compositor japonés Toru Takemitsu y lleva sus conocimientos a las academias más distinguidas del mundo.
Así, ha impartido clases magistrales en la Escuela de Música de Manhattan, la Universidad de Sao Paulo, el Conservatorio de Boston y Musikene en San Sebastián. El talentoso alemán prestigió el XXIII Festival-Concurso Internacional de Guitarra y, después de concluido el mencionado evento, emprendió una gira por varios lugares del país.