Las actividades del XI Festival Internacional de Cine Pobre se iniciaron en Gibara con un merecido homenaje de recordación a su fundador y presidente de honor del Comité Organizador, el desaparecido realizador Humberto Solás.
La oportunidad resultó propicia para resaltar aspectos de la vida y obra del Premio Nacional de Cine, quien cuenta con una amplia filmografía entre las cuales sobresalen Las Tres Lucía y Miel para Ochún con grabaciones en locaciones gibareñas.
Nuevamente los gibareños, a cuya cultura y arte culinario está dedicada esta edición, no solo muestran su hospitalidad a la hora de darles la bienvenida a los visitantes, sino que participan activamente en las diferentes actividades.
Al concurso se presentaron más de 200 obras, entre las cuales se seleccionaron 47 de 15 países que optan por los premios en las categorías de largos y cortometrajes de ficción, documentales, videoarte y los colaterales.
Durante estos días la Villa Blanca, como le denominan los lugareños, deviene escenario apropiado para la realización de producciones cinematográficas, exposiciones, paneles teóricos, presentaciones de libros, recitales y conciertos entre otros.