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El XI Festival Internacional de Cine Pobre, que se efectuará en Gibara del 25 al 27 de abril, se mantiene fiel a sus preceptos originales y contribuirá a visibilizar un cine emancipado y alternativo, afirmó Lester Hamlet, presidente del Comité Organizador.
“Cine pobre, precisó, no quiere decir carente de ideas o de calidad artística, sino que se refiere a proyectos de restringida economía, ejecutados en países desarrollados o no y de forma oficial o alternativa”, como conceptualizó su fundador Humberto Solás.
Informó que hasta el cierre de la convocatoria se recibieron cerca de 200 obras concebidas, realizadas y distribuidas bajo estos preceptos, de las cuales 47 quedaron en competencia, con destaque para el género documental y los cortometrajes.
Todas estas son producciones que los autores lograron culminar con presupuestos limitados y conceptos renovadores en su concepción dijo, y se han hecho mayoritariamente en formatos analógicos y digitales.
Sobre el concurso indicó que se otorgarán primer, segundo y tercer premios en las categorías de videoarte, cortometrajes y largometrajes, tanto de ficción como del género documental y, de considerarse oportuno, se galardonarán especialidades técnicas.
Al propio tiempo se reconocerá el desempeño de actores y actrices con el otorgamiento del Premio Adria Santana, mientras que un conjunto de relevantes instituciones otorgarán premios colaterales.
Entre las novedades de este año, anunció el estreno de más de 10 cortometrajes que se filmaron en la Villa Blanca y constituyen un inusual proyecto interactivo, de nombre Gibaras, nacidos al calor de la anterior edición del evento.
Como parte de su tradición de celebrar homenajes, el Festival rendirá tributo en esta ocasión a la actriz cubana Luisa María Jiménez y también exhibirá una muestra retrospectiva que reúne la obra del realizador cubano Jorge Molina.
Entre las presentaciones especiales dadas a conocer por Lester están los filmes Subir al cielo, de Arturo Santana; La Trucha y Oslo, de Luis Ernesto Doñas, y Miénteme bien, Jackie Chang, de Grethel Castillo y Adolfo Mena Cejas; el documental Sin metro, de Ana Alpízar y el cortometraje Afuera, merecedores de premios de la Oficina del Festival Internacional de Cine Pobre en otros eventos.
Indicó que también forman parte del programa la exhibición de otros trabajos que, desde distintas perspectivas y categorías ofrecen un panorama contemporáneo de la producción audiovisual internacional.
“El XI Festival, resaltó el presidente del Comité Organizador, no se agota aquí. Propone foros teóricos y variadas actividades colaterales, las cuales propiciarán una hibridación del séptimo arte con otras manifestaciones culturales”.
Durante el encuentro cineastas de diversas latitudes comparten reflexiones, maneras de hacer, estéticas y puntos de vista alejados de presiones comerciales que imponen grandes industrias, circuitos de exhibición y festivales mundiales.
La ocasión resulta apropiada, además, para ofrecer al público exposiciones de fotografía, pintura, orfebrería, escultura, presentaciones de libros editados por el sello Ediciones ICAIC y recitales y conciertos, así como legitimar tradiciones gibareñas como las culinarias y artesanales.
