Bajo diversas modalidades, el interés nacional ha privilegiado la introducción de nuevas tecnologías y productos, buscando eficacia en los procesos, lo cual, contribuye además, al mejor desempeño de los recursos humanos, con calificación reconocida en cuanto lugar prestan asistencia y colaboración.
La nueva Ley de Inversión Extranjera aprobada recientemente abre otras posibilidades al capital foráneo, con la voluntad de potenciar el desarrollo económico del país y, en ese sentido, una vez más las actividades de la construcción pueden aportar a la cartera de oportunidades.
Escenario ideal para constatar expectativas y valoraciones al respecto encontramos en la recién finalizada X Feria Internacional de la Construcción (Fecons), que coqueteó con la cifra récord de naciones representadas y espacio contratado, reafirmando así la confianza del empresariado de otras latitudes en el Gobierno cubano.
Integridad y ética
Para Carlos Lafuente, presidente de la entidad española Lafuente Segovia S.L., la ortodoxia y la ética devienen pilares en su empresa y también son características de nuestro mercado, que calificó como muy ordenado. De ahí las exitosas relaciones comerciales con varios organismos del archipiélago, que suman 17 años.
La nueva ordenanza ha creado gran expectación en su país. “Conozco, dice, muchas compañías que están elaborando proyectos o anteproyectos, para presentarlos una vez que se haga oficial su implementación.
“Por nuestra parte, esperamos no solo mantenernos, sino crecer. Desde que supimos de los primeros pasos para evaluar la anterior Ley, nos pareció muy interesante, por las oportunidades que traerá a la construcción, pues cualquier negocio puede conllevar la edificación o rehabilitación de obras”, acota.
No es festinada tal consideración. La construcción es uno de los sectores en los cuales se puede apreciar fácilmente el efecto de los procesos inversionistas.
Centenares de obras en este archipiélago se han realizado con herramientas, soluciones tecnológicas y materiales suministrados por disímiles entidades foráneas, como el Grupo Industrial Apolo, cuya primera incursión en nuestro mercado data de hace 32 años.
Sus directivos se precian de aparecer entre las firmas fundadoras de la Feria Internacional de La Habana, aunque Fecons constituye a su entender, la muestra especializada ideal para intercambiar con los potenciales clientes.
Siempre los ha movido algo más que el interés comercial, reafirma a Trabajadores Martha Puigmartí, directora general, y menciona entendimientos en cuanto a financiación y donaciones para instalaciones sociales de la Batalla de Ideas.
Ahora esperan por la publicación de la citada norma legal, “que se ha dicho es más flexible e indudablemente aprovecharemos, con vistas a evaluar otros proyectos que contribuyan al avance de las construcciones y especialmente el amplio plan de edificación de viviendas en Cuba”, asevera.
Esa fue la tónica que encontramos en las declaraciones de representantes de varias firmas europeas, que expresan estar “aplatanados” en la mayor de las Antillas, como Vicente Joaquín Boluda Casanova, presidente de Reboca, quien hace rato perdió la cuenta de cuántos kilómetros de tubería ha proporcionado para obras de todo tipo.
Su seguridad en la nueva Ley de Inversión es tal, que la cataloga de “apuesta de futuro, a fin de que más empresarios decidan entrar en el mercado cubano”, al tiempo que elogió sea una vía para crear puestos de trabajo.
Y en lo que se preparan carteras de negocios, en Fecons Brasil sumó interesados, mientras que debutaron otros procedentes de Portugal y Suiza, algunos en espera ya de la conformidad de proyectos en el puerto de Mariel.
Promover proyectos
Empresarios de la construcción en el país tomaron la iniciativa durante la exposición, y materializaron uno de los preceptos contenidos en la letra de la norma recién aprobada. Se trata de promover sus propuestas de forma atractiva y en correspondencia con las necesidades internas.
La industria de materiales es, sin duda, una de las ramas susceptibles de asimilar capital extranjero, además de la relacionada con el campo de las técnicas de dirección del proceso inversionista. Ello está vinculado con la asimilación de know how y la mayor eficacia en el sector, elementos recogidos entre los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
No son de extrañar entonces, los intentos negociadores que hubo entre otras áreas, en la de producción de mármol, hasta ahora desarrollada con capital ciento por ciento cubano.
Sin embargo son convincentes las explicaciones del ingeniero Lázaro Amed Taño-Díaz, director de operaciones de la empresa Mármoles Cubanos: casi una decena de yacimientos esperan por volver a ser productivos, entre ellos los ubicados en Pinar del Río y Villa Clara, que acogen la piedra en los colores negro y verde, respectivamente.
Las proposiciones, subraya, pueden alcanzar hasta el mármol orquídea, que no se explota, aunque para deleitar la vista y promover el interés, expusieron una muestra, junto con otras manufacturas que van recuperando en cantidad y variedad.
Es una forma de hacer el camino más fácil. La nueva Ley de Inversión constituye para la construcción como la primera piedra en los cimientos de un edificio. Llevarlo a feliz término no es obra en solitario.
Crecimiento y desarrollo sostenibles
La nueva Ley de Inversión Extranjera cumple con el Lineamiento 89, dirigido a continuar propiciando la participación del capital foráneo en actividades de interés para el país, en correspondencia con las proyecciones de desarrollo económico y social a mediano y largo plazos.
Funcionarios del Gobierno han destacado en la última semana, que a diferencia de su antecesora, esa norma contempla principios sectoriales y un reglamento detallado con respaldo jurídico, que establece los procedimientos a seguir por los inversionistas, desde que son concebidos los planes de negocios hasta su conclusión.
Igualmente mantiene las modalidades de inversión vigente, amplía el alcance del contrato de asociación económica internacional, a la vez que reconoce los acuerdos de administración hotelera, productiva y de servicios profesionales.
La Ley debe entrar en vigor en 80 días y la complementan resoluciones de los Ministerios de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, y de Trabajo y Seguridad Social, así como del Banco Central de Cuba.