En los últimos meses muchos en Santiago de Cuba han visto insatisfechas sus necesidades de adquirir condones dada la inestabilidad en su distribución y venta, problema que han padecido también otras provincias.
El asunto preocupa a muchos, entre otras cuestiones por la notable incidencia que tienen en el territorio las infecciones de transmisión sexual (ITS), y el VIH/sida en particular, una epidemia que afecta a más de mil santiagueros, y cada año muestra tendencia al incremento.
Según precisiones del doctor Ramón Suárez Ramírez, director del establecimiento provincial de suministros médicos, en el primer trimestre del año la comercialización de esos elementos protectores se comportó al 39 por ciento.
Entre las causas que incidieron estuvo la engorrosa y demorada remarcación de la fecha de vencimiento estampada en los envases (2012) de los preservativos que se encontraban almacenados, por otra nueva (diciembre 2014), proceder que ya no se realiza.
“Ahora, acota el directivo, se llevan a las farmacias sin retiquetar y allí se les explica a los clientes que los condones Momentos cuentan con las garantías establecidas, pues están dentro del límite permisible de cinco años después de la fecha de fabricación (2009)”.
Suárez Ramírez precisó que la dispensación cuenta con “la autorización del fabricante, y la certificación que avala la calidad de los condones, emitida por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de Cuba (Cecmed), refrendada en una Circular con fecha 4 de abril del 2014”.
Según el mencionado documento, el Cedmed, “una vez realizados los análisis pertinentes y recibida la confirmación escrita del fabricante de haber realizado los ensayos de estabilidad correspondientes a un período de cinco años, autoriza la distribución y uso de los condones Momentos”.