Los congresos no resuelven nada, no están para eso, pero sí para medir estados de opinión, para trazar estrategias y sentar pautas en las políticas. En tal sentido, el recién finalizado cónclave de la Uneac resultó paradigmático”, dijo Frank Padrón, escritor y crítico de artes.
“En un contexto socioeconómico urgido de nuevas directrices, de adecuación de un modelo a los imperativos de la sociedad contemporánea, las gestiones inherentes al arte y la literatura requieren una urgente actualización, so pena de fenecer”, advirtió el conocido comentarista del espacio televisual De Nuestra América.
“En estos dos intensos días —añadió— y apretadas agendas, nos entrenamos una vez más dentro de la cultura del debate, la confrontación de ideas y la necesidad del análisis perenne y sostenido para trazar nuevas metas y superar las ya diseñadas.
“Fue un privilegio contar desde los minutos iniciales y hasta el final con el Vicepresidente Díaz Canel, receptivo y atento a cada planteo y cada opinión, por muy polémica que fuera, con la participación no menos consciente de Danilo Sirio, presidente del Icrt, también muy atento a las tan diversas inquietudes que en la rica plenaria Cultura y medios planteamos muchos de los delegados, las sabias intervenciones del relecto presidente Miguel Barnet, la sostenida presencia de Abel Prieto, asesor del Presidente Raúl, y finalmente la llegada de este último, en la jornada de clausura, demostrando la tutela que sigue prestando la más alta dirección del país a los intelectuales cubanos”, enfatizó el también autor de varios libros sobre crítica de cine, poesía y narrativa.
“Como siempre, hubo intervenciones más o menos felices, pero el espíritu de análisis, la voluntad de abrir nuevas sendas en el complejo universo del arte y la cultura, de preservar los valores y a la vez de ´cambiar todo lo que deba ser cambiado´, se respiró de principio a fin en un Congreso desde ya histórico”, subrayó Frank.