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El arte no puede ser un fenómeno abstracto, reservado para pequeños grupos elitistas, la cultura ha de estar presente en toda nuestra cotidianidad, acompañándonos y llenándonos de espiritualidad.
Con esta máxima llegaron hasta los cañaverales guantanameros representantes de los sindicatos de la cultura y de la construcción, junto a artistas del territorio para, con sus músicas y cantos, regalar una tarde diferente, en el campamento de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) La Esperanza, a quienes cortan la caña de la actual zafra azucarera, contienda que está a punto de cumplir su compromiso productivo en el Alto Oriente cubano.
Precisamente en campos de la Esperanza, cercano al ingenio Árgeo Martínez, único que muele en Guantánamo, labora el contingente XX Congreso de la CTC, tropa compuesta por cerca de un centenar trabajadores de los diferentes sindicatos de la provincia.
Anécdotas, narraciones orales, canciones de la tradicional y nueva trova cubana, guarachas, sones y hasta rancheras mexicanas, tan gustadas en el oriente del país, se cantaron a la sombra de un frondoso árbol que es lugar privilegiado para el descanso en el alberque La Esperanza, cada día, al terminar la jornada laboral.
La actividad forma parte también de las múltiples que se realizan en la más oriental y montañosa provincia de Cuba, como parte de la jornada por el Primero de Mayo.
