Camagüey es una ciudad conocida por su tradición ganadera, pero este año se “puso las pilas” en la agricultura e incrementó el plan de frijoles a 590 toneladas, 200 unidades por encima con respecto al año pasado, lo que representó una notable inyección para el territorio, ya que por primera vez superaron la cifra de 500 en la cosecha del grano común (negro y colorado).
La producción destinada a la canasta familiar, destinada para el primer trimestre del año, también aumentó números, ratificando así una escalada productiva por cuatro años consecutivos.
Según explicó Guillermo Rodríguez Llópiz, subdelegado provincial de Cultivos Varios, este “salto frijolero» responde en parte al incremento del precio estatal de la compra al productor (300 pesos más por quintal), la preparación de tierra a tiempo y la entrega oportuna de la mayoría de los paquetes tecnológicos.
Pero a pesar del buen augurio, la leguminosa camagüeyana obtenida, la cual sobresale por su calidad, cubre solo alrededor de dos meses de distribución de la empresam de productos alimenticios (Empa) y se aleja de la demanda de la población.