Según una investigación de la agencia de noticias Associated Press, el proyecto financiado con dinero público de los estadounidenses incluyó la contratación de Lleida.net para enviar los mensajes a Cuba desprovistos de identificación.
En un comunicado hecho llegar a la agencia Prensa Latina, LLeida.net niega haber participado \»de forma activa\» en el programa que funcionó de 2010 a 2012 y expresa su disposición a colaborar en la aclaración de los hechos.
\»Si en algún momento alguno de los usuarios de Lleida.net ha cometido algún tipo de acto ilícito, Lleida.net está, como lo ha estado siempre, a disposición de las autoridades competentes para facilitar la información necesaria siempre por los cauces legalmente establecidos\», expresa la comunicación.
La empresa argumenta que como operadora de telecomunicaciones está sometida al régimen de secreto de las comunicaciones y no puede verificar, intervenir o modificar el contenido de los mensajes de los clientes.
Lleida.net -agrega- es una operadora de telecomunicaciones utilizada por miles de clientes a nivel mundial para el envío y recepción de mensajes de texto, de forma transparente.
El abogado especialista en Internet Carlos Sánchez Almeida, citado por AP, expresó que esas actividades violan la ley de protección de datos de España.
Sánchez Almeida aludió a que para confeccionar las listas se utilizó información personal de una lista de teléfonos obtenida ilegalmente y se enviaron mensajes no solicitados a través de una plataforma española.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba declaró en una Nota de Prensa que la información de la agencia norteamericana AP demuestra que el Gobierno de Estados Unidos no ha renunciado a sus planes subversivos contra ese país.
Estos proyectos, agregó, tienen como propósito crear situaciones de desestabilización para provocar cambios del ordenamiento político, a lo cual Estados Unidos continúa dedicando presupuestos multimillonarios cada año.
La declaración pide al Gobierno estadounidense respetar el Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas y cesar sus acciones ilegales y encubiertas contra Cuba, rechazadas por el pueblo cubano y la opinión pública internacional.