Desde hace casi tres meses Yasmani va de una a otra farmacia, y visita los sitios gastronómicos donde siempre accedió a la compra de preservativos, pero no los encuentra. Como él tantísimas personas ven insatisfechas sus necesidades ante el desabastecimiento de condones que sufre la provincia de Santiago de Cuba.
El asunto preocupa a muchos, entre otras cuestiones, por la notable incidencia que tienen en el territorio las infecciones de transmisión sexual (ITS), y el VIH/sida en particular, una epidemia que afecta a más de mil santiagueros, y cada año muestra tendencia al incremento.
Según precisiones del doctor Ramón Suárez Ramírez, director del establecimiento provincial de suministros médicos, la distribución y comercialización de condones debe estabilizarse a partir del segundo trimestre de este año, beneficiadas por la llegada de envíos contratados en el exterior, así como por el proceso que actualmente se desarrolla de remarcar la fecha de vencimiento de los que están almacenados en la provincia.
Suárez Ramírez dijo que, para la labor de borrar la fecha incorrecta de vencimiento estampada en la envoltura de estos elementos protectores (noviembre del 2012) y poner una nueva (diciembre del 2014) “se cuenta con la autorización del fabricante, y con la certificación que avala su calidad, emitida por el Centro para el control estatal de medicamentos, equipos y dispositivos médicos de Cuba (Cecmed)”.
Tal y como reconoció el funcionario, la rotulación debió culminarse en el primer trimestre de este 2014, pero el proceso no tuvo la agilidad requerida y la demanda de la población quedó insatisfecha.
Acotó que en Santiago de Cuba se consumen mensualmente unas mil 440 tirillas de tres preservativos cada una.