“Al César lo que es del César” pudo afirmarse al finalizar la conferencia de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir) correspondiente al municipio de Cumanayagua, en la centro meridional provincia de Cienfuegos.
Y la afirmación se ajusta con exactitud al análisis realizado sobre el incumplimiento reiterado de la Ley 38 que establece la remuneración financiera a quienes aportan soluciones e inventivas para mantener la producción y los servicios en los diferentes sectores, la cual, si bien no se ajusta a los actuales momentos y requiere de una modificación, sí constituye un cuerpo legar que debe ser respetado por las administraciones y exigido su cumplimiento por las direcciones sindicales y los propios trabajadores.
Ese estímulo sigue siendo una asignatura pendiente en muchos centros, como por ejemplo la entidad pecuaria El Tablón, incorporada al sistema de perfeccionamiento empresarial, y cuyos técnicos y obreros mantienen activo, sobre todo, el equipamiento para las labores agrícolas y el mejoramiento de viales, el que acumula ya más de 40 años de explotación ininterrumpida.
Oneida González, presidenta del Comité de Innovadores y Racionalizadores allí, reconoció que los creadores son estimulados moral y materialmente, pero no sobre la base de lo estipulado en la Ley 38. Algo similar sucede en la pecuaria La Sierrita, también de ese municipio, donde la labor de los integrantes de la Anir ha pasado inadvertida durante demasiado tiempo.
Keila Silveira, de Educación, fue más aguda en su planteamiento y señaló que en ese sector ni siquiera se conoce el contenido de esa Ley, por lo que a pesar de infinidad de aportes, principalmente de medios de enseñanza para apoyar el proceso docente educativo, la estimulación permanece olvidada.
La otra cara de la moneda está en la empresa láctea Escambray, donde el movimiento de innovadores y racionalizadores es muy fuerte y mantiene activo un equipamiento obsoleto. “De no ser por nuestra labor la planta estaría cerrada, pero sí somos estimulados moral y materialmente y se aplica consecuentemente el espíritu de esa legislación”, precisó un anirista de esa entidad.
Tairí Lizano de Armas, vicepresidente nacional de la Anir, insistió en que cada empresa debe aplicar la Ley como está establecida. “No se trata de un apoyo al trabajo de quienes crean y dan soluciones, sino de una obligación. Es cierto que hay que modificarla y atemperarla a los tiempos actuales, como se planteó en el XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, pero no aplicarla es una irresponsabilidad y debe ser discutida en las asambleas de afiliados y los consejos de dirección”, precisó.
La conferencia del municipio de Cumanayagua forma parte del proceso previo a la Primera Conferencia Nacional de la Anir, la cual se efectuará en el mes de octubre de este año, en La Habana.