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¿Médico o cocinero?

Carlos Alberto Zamora. Foto: Jorge Pérez Cruz.
Carlos Alberto Zamora. Foto: Jorge Pérez Cruz.

Carlos Alberto  Zamora es un joven del municipio tunero de Jobabo que actualmente estudia el segundo año de la carrera en la Universidad de Ciencias Médicas Zoilo Marinello , de Las Tunas y es, además, un fiel defensor de la cocina tradicional cubana.

Ya ostenta el tercer nivel en la especialidad, otorgado por el movimiento Arteshef en La Habana, después de ocupar el quinto lugar en una competencia nacional, a la cual llegó tras sus reiterados títulos en lides similares a nivel municipal y provincial.

Después de conocer sus éxitos en ambas especialidades le pregunto: ¿Si tuvieras que elegir una profesión: médico o cocinero?  Y, pese a sus 20 años de edad, Carlos Alberto  tiene muy bien definidas sus dos vocaciones:

“Médico y cocinero”, me dice con signos de regocijo  que develan su pasión y responsabilidad.

¿Cuándo nació esa motivación?

Desde chiquito anhelé ser un gran cocinero, todavía no pensaba en la Medicina, y siempre estaba detrás de mi mamá para que me enseñara. Con ella aprendí las cosas elementales. Ahora, soy yo quien le adereza con nuevos saberes sus conocimientos prácticos”, dice y sonríe.

¿Cómo organizas el tiempo para lograr el equilibrio?

Es cierto que no es fácil, las dos exigen mucho estudio y preparación para   satisfacer las expectativas de quienes reciben esas atenciones y alcanzar los anhelos propios.

Hago un esfuerzo extra para conjugarlas. A veces me coinciden algunas actividades, pero siempre uno puede hacer lo que se propone renunciando, en ocasiones, a fiestas, juegos y otras cosas de puro entretenimiento. Las dos me gustan, las disfruto, sentencia y declara como sus dos prioridades llegar a ser un buen cirujano y un gran cocinero.

Ya eres muy conocido entre los miembros de la Asociación Culinaria de Las Tunas, ¿Cuándo, cómo y por qué ingresa en la organización?

En el 2012 me dieron la posibilidad de pasar un curso de cocinero, auspiciado por la asociación, en esta acción encontré el camino para la superación y no lo desprecié. Ahora no me arrepiento, pues aquí he encontrado herramientas, técnicas que permiten perfeccionar la calidad en las elaboraciones  y un ambiente de compañerismo que me motiva a seguir.”

¿Cuáles son los puntos de contacto de la medicina y la cocina?

Mira, la medicina y la cocina están muy relacionadas en lo referido a la prevención de enfermedades, con propuestas de formas nutricionales sanas. Los cocineros, desde su profesión, pueden defender la salud del cliente, haciéndole llegar una dieta factible, balanceada, equilibrada, que en su concepción tenga en cuenta esas características y se corresponda con las exigencias del organismo, sano, potencialmente sano o enfermo, según sea el caso, de forma tal que no ocasione daños.

¿Algún consejo a las nuevas generaciones?

Sí, que no subestimen esta profesión, porque tiene muchos encantos y para conocerlos basta acercársele. También nos toca, porque tenemos esa responsabilidad histórica, defender desde la cocina nuestra identidad, nuestras tradiciones, enfatiza en la convocatoria Carlos Alberto, y él mismo está demostrando que es posible hacerlo con decoro.

 

 

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