Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua para llamar la atención sobre la importancia del agua dulce y la defensa de su gestión sostenible desde 1993. La fecha fue propuesta durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992, en Río de Janeiro.
Este año el tema central es Agua y Energía por la estrecha relación y la interdependencia entre estos recursos. Para generar y transmitir energía se necesitan los recursos hídricos. Sin embargo, “aproximadamente el 8% de la generación de la energía global se utiliza para la extracción, el tratamiento y el transporte de agua a varios consumidores”, refirió Theodor Friedrich, representante de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en La Habana.
En ocasión de esta fecha el Secretario General de la ONU llamó “a crear las políticas necesarias para garantizar que el agua y la energía sostenibles estén al alcance de todos, y no solo de unos pocos”.
Comenta en su mensaje además que “el cambio climático, derivado en gran medida del uso insostenible de la energía, incrementará el estrés hídrico y la escasez de agua en muchas regiones. Si se mantiene la actual tendencia al calentamiento, las iniciativas orientadas a facilitar el acceso universal al agua y la energía se verán afectadas.
Según información ofrecida por la ONU se calcula que a nivel mundial, 1,3 mil millones de personas no tienen acceso a la electricidad, 768 millones carecen de acceso a fuentes mejoradas de agua potable y 2,5 mil millones de personas no tienen acceso a servicios de saneamiento.