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Azcuba piensa en grande (+ Fotos)

Rehabilitar y modernizar la tecnología figura entre las tareas estratégicas para el desarrollo del sector azucarero cubano. Fotos: Modesto Gutiérrez, AIN
Rehabilitar y modernizar la tecnología figura entre las tareas estratégicas para el desarrollo del sector azucarero cubano. Fotos: Modesto Gutiérrez, AIN

El grupo empresarial Azcuba, encargado de conducir las producciones de caña, azúcar y derivados en el país, piensa en grande, como debe ser, sobre todo porque la economía cubana se ha propuesto transformarse y fortalecerse en aras del desarrollo.

A lo largo y ancho de la isla funcionan 56 centrales y más de 850 unidades productoras de caña, atendidas por 13 empresas provinciales.

En un encuentro con dirigentes sindicales y trabajadores destacados del sector, efectuado en el Centro Nacional de Capacitación Azucarera (CNCA), José Carlos Santos Ferrer, vicepresidente del grupo, explicó que la caña gana atracción, porque permite un margen de ganancia nada despreciable y tiene garantizado lo que llaman paquete tecnológico, o sea, todo lo necesario para sembrarla y atenderla adecuadamente.

También indicó que esa entidad ha renegociado las deudas financieras, cumple los pagos en los plazos establecidos y tiene definida la estrategia de desarrollo agroindustrial sobre la base de los Lineamientos aprobados para el sector en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), la cual toma en cuenta dos programas fundamentales: el cañero-azucarero y el de derivados.

El cañero azucarero concibe el incremento de la cantidad de toneladas de caña para moler y el acercamiento de las plantaciones a los centrales, el mejoramiento paulatino de las fábricas, el aumento de la generación eléctrica y del ahorro de energía, la elevación de la calidad del azúcar y la recuperación de las capacidades de almacenaje de todos los productos y la logística necesaria para la exportación.

Y el de derivados se propone reactivar y desarrollar todos los renglones afines e incrementar la producción de alimento animal.

La estrategia, concebida desde el actual año y hasta el 2018, tienen como objetivos básicos, según explicó el directivo de Azcuba, realizar zafras de 130 a 150 días en todos los centrales; incrementar la eficiencia con un aprovechamiento de la capacidad potencial de cada ingenio por encima del 80 % y un rendimiento industrial mayor a 11 % por tonelada de caña molida; producir azúcar de alta calidad y también mieles, energía, bioproductos para la agricultura y otros derivados posibles, y convertir a los centrales en fábricas que respondan a las exigencias de la producción de alimentos.

¿Cómo garantizar el incremento cañero, la tarea de mayor prioridad?

El vicepresidente del grupo empresarial explicó que será a través de la máxima explotación de los recursos existentes y los que se incorporarán, así como con la recuperación y renovación de los equipos e implementos, a fin de sembrar todo el año; realizar el buldoceo de las áreas que lo requieran; incrementar los sistemas de riego para beneficiar las plantaciones; completar este año la cantidad de medios requeridos para la preparación de la tierra; incorporar la siembra mecanizada y semimecanizada; mantener la atención preferente a los retoños; asignar más equipos de cultivo y fertilización a las unidades productoras durante el 2014 y 2015, y dar mayor prioridad a la resiembra, labor esencial para incrementar la población por hectárea y por tanto, el rendimiento agrícola.

Está previsto, además, recuperar las áreas con riego por derivación, contar con maquinaria y transporte que garanticen la realización eficaz de la cosecha, un abastecimiento de caña a los centrales por encima del 80 % de la norma potencial de molida de cada uno de ellos y completar las brigadas de arreglo de caminos.

Para desarrollar las industrias a fin de elevar la producción de azúcar y la eficiencia, la estrategia concibe, entre otros aspectos, el incremento de las capacidades en determinados centrales, estandarizar los sistemas y el equipamiento, introducir medios para aumentar el tiro directo al basculador, rehabilitar y modernizar la tecnología, automatizar el proceso y rescatar y preservar la imagen de los ingenios.

Para el sector resultará básico el incremento de la generación eléctrica y el ahorro de energía. Con ese fin, mejorarán la base energética de las fábricas; montarán nuevas calderas, turbogeneradores y plantas de tratamiento de agua, y laborarán en la conservación del equipamiento existente.

 

De estratégico consideran los especialistas la construcción y montaje de plantas bioeléctricas en el sector, con las cuales podrá generarse con biomasa cañera y ahorrar al país cerca de 50 mil toneladas de petróleo equivalente.

Para desarrollar la producción  de derivados, en lo cual tanto insistió el Comandante Ernesto Che Guevara después del triunfo de la Revolución, está concebido comenzar rehabilitar destilerías, poner en funcionamiento tres plantas de CO2, invertir financieramente en las fábricas de levadura forrajera torula adjunta a los centrales Antonio Sánchez, de Cienfuegos, y Ciro Redondo, de Ciego de Ávila, en la de tableros de bagazo cercana al 1º de Enero, también perteneciente a esta última provincia, y arrancar en el 2015 la planta de cera de Majibacoa, en Las Tunas, entre otros propósitos.

La estrategia de desarrollo de Azcuba incluye también el incremento de la producción de alimento animal y para ello adecuarán plantas de miel-urea-bagacillo para producir bloques multinutricionales, montarán otras de alimento ensilado para cerdos y construirán nueve de bagazo hidrolizado.

En términos productivos y económicos, pensar en grande es cuestión de sabios. Cuba así lo requiere.

Garantizar el incremento cañero, tarea de mayor prioridad para aumentar la producción de azúcar y los derivados.
Resulta imprescindible realizar el buldoceo de las áreas que lo requieran para sembrar más caña.

 

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