Cuando disfrutamos de un evento deportivo de primer nivel, tanto en una instalación como por televisión o sitios web, accedemos a servicios de información especializados y de notable factura. Llegan a nosotros —y parece natural, hasta sencillo— el programa de competencia, la lista de participantes, las estadísticas de partida, los récords, los resultados y otros datos. Todo en el momento exacto, cual reloj suizo. Sin embargo, muy pocos se preguntan cómo lograr tal exactitud y excelencia, y seguramente desconocen el complicado andamiaje profesional, financiero y tecnológico que lo sustenta.
El deporte ha sido, desde la segunda mitad del siglo XX, un campo fértil para la revolución tecnológica, ante la necesidad de optimizar y automatizar procesos tan diferentes como el entrenamiento y la organización de eventos multidisciplinarios. Un grupo de empresas han consolidado su gestión en esta dirección, entre las cuales aparecen MSL, Swiss Timing, Lusemberg, Hércules y sobre todo Atos Origin, reconocida como líder mundial en esta actividad.
Para entender la dimensión de Atos, por ejemplo, basta decir que factura cada año cerca de 8 mil millones de euros, posee más de 70 mil empleados en casi 50 naciones, y ostenta los derechos de los juegos olímpicos y paralímpicos hasta el 2024.
En tan complejo y competitivo escenario, sin embargo, el Centro de Investigación e Informática del Deporte (CINID) acumula no solo una rica historia, sino resultados de trabajo recientes que avalan innegables perspectivas de desarrollo.
SINFO: dos décadas después…
El CINID surgió a poco de crearse el INDER para encargarse de la información científico-técnica del deporte y las estadísticas. Entre sus principales direcciones de trabajo estaba el seguimiento a atletas y disciplinas, la elaboración de pronósticos, la preparación de delegaciones y la atención a la serie nacional de béisbol y otros eventos de carácter nacional e internacional con sede en el país. Fue pionero en el empleo en Cuba de tecnologías de cómputo, incluidas las microcomputadoras que llegaron hacia 1984.
En 1988 sus trabajadores recibieron la encomienda de crear una solución para automatizar los Juegos Panamericanos de La Habana 1991, ante la imposibilidad de contratar a una entidad extranjera. De conjunto con la CUJAE y otras entidades crearon e implementaron SINFO, un sistema informático para competencias deportivas, nos cuenta Esperanza Bobes, actual directora del CINID.
Aquella creación fue un boom en América Latina, al punto de ser solicitada para juegos Panamericanos (1995), Centroamericanos y del Caribe (93 y 98), Bolivarianos (93 y 97), Sudamericanos (94 y 98) y Centroamericanos (93 y 97). Pero todo ello sin realizarle grandes actualizaciones al producto, pues solo a partir de 1998 pasó del sistema operativo MS-DOS a Windows.
En la primera década del siglo XXI, aunque se lograron algunos convenios con Colombia y Venezuela, el mercado se volvió más competitivo para SINFO, pues “la crisis mundial hizo que empresas como la española MSL se dirigieran hacia América y obtuvieran contratos en El Salvador, México y Colombia”, asegura Tomás Benítez, jefe del departamento de desarrollo de software del CINID y líder del proyecto en este momento.
Sin embargo, esa competencia fue muy importante para SINFO, pues motivó la actualización y ampliación del paquete, y elevó la cotización del mismo. Para llevar a cabo esa labor se estudiaron los servicios prestados por empresas en grandes justas multideportivas y se asimiló tecnología. Tras los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 comenzó un proceso de creación en caliente, pues los nuevos software se produjeron y probaron durante la preparación de varios eventos en Perú entre los años 2012 y 2013.
“Aprovechamos las condiciones de trabajo existentes, la calidad de la internet y la posibilidad de concentrar varios meses a un grupo de especialistas del CINID, quienes laboraron hasta 18 horas diarias. Al final se vio el éxito y se reconoció que nuestra asistencia fue clave para que Lima ganara la sede de los Juegos Panamericanos del 2019”, expresó Benítez.
Unas 50 personas entre desarrolladores, especialistas en redes y servicios técnicos, estadísticos y diseñadores han hecho realidad el nuevo SINFO, un paquete llave en mano que permite gestionar la parte logística y lo puramente competitivo de una lid.
En este momento garantiza, entre otras facilidades, módulos para casi 60 disciplinas a través de los cuales se genera la página web oficial de la justa —con actualización en vivo—, marcadores y pizarras en las instalaciones, infografía para la transmisión de TV, registro impreso y acceso desde dispositivos móviles. El sistema es compatible con los software específicos utilizados por federaciones internacionales y garantiza datos altamente fiables, toda vez que son ingresados en cada escenario y en muchos casos por los propios jueces de la competencia”, explica el experimentado estadístico Mario Pérez.
SINFO acoge las exigencias del COI expuestas en el documento Servicios de información y resultados olímpicos (ORIS, según siglas en inglés). No obstante, Benítez sabe que el producto es todavía una semilla de infinitas posibilidades, con un nicho de mercado real en el continente que ofrecería superiores ganancias. Pero ampliar los horizontes requiere, a primera vista, fórmulas más adecuadas de contratación, un modelo empresarial, tecnología de punta y la ampliación del equipo de trabajo actual, con el fin de perfeccionar el producto y crear las bases de datos que añadan valor agregado.
De todas maneras, SINFO tiene asegurada su presencia en lides regionales hasta el 2015 y ha recibido intenciones de contratación a más largo plazo. En Cuba no hemos disfrutado aún de sus favores, en detrimento del espectáculo, por la carencia de computadoras potentes, ancho de banda de internet, pantallas gigantes, insumos de conectividad e infraestructura en las instalaciones. Sin embargo, el equipo de SINFO confía en sorprendernos más temprano que tarde.