Las 8 mil toneladas de piña que para este año planificó moler el Combinado Industrial Héroes de Girón será un hecho gracias al talento de trabajadores de esa Unidad Empresarial de Base, que aprovecharon las posibilidades de un equipo llamado prensa, le introdujeron innovaciones y lo retornaron a la vida útil.
El ingenio de obreros como Liván González no solo alivió las preocupaciones de productores de Los Arabos, municipio matancero con elevados rendimientos del fruto, sino que agregó una nueva opción al flujo de una industria que desde la diversificación afronta el declive de los cítricos en Jagüey Grande, donde se encuentra ubicada.
La valía del aporte trascendió en la Conferencia de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en ese territorio, la primera de las que acontecerán en la occidental provincia de Matanzas, cita que evalúa el desempeño de un frente esencial en el sostenimiento de la producción y los servicios en Cuba.
Actualizar la Ley 38 que rige el funcionamiento de la ANIR, defender ante la administración el derecho de los asociados, el pago en tiempo, entre otros tópicos, animaron un debate que encontró su punto más profundo en las desestimulación provocada por deficiencias o demora en la tramitación de las innovaciones, significativo para un territorio que del 2008 al 2013 disminuyó sus asociados de mil 485 a 962.
Isdalis Rodríguez Rodríguez, secretaria general de la CTC en la provincia de Matanzas, llamó a buscar alternativas de estimulación a los aniristas, a consolidar el funcionamiento de los comités de innovación y racionalización en la base, convocatoria con la que coincidió Tania Albizu Boló, miembro del Buró Nacional de la ANIR.
En los últimos seis años, en el municipio de Jagüey Grande fueron presentadas 183 innovaciones y se aplicaron 106, equivalentes a 5,1 millones de pesos de efecto económico, cifra que pudiera ser mayor si el quehacer de sus autores no se viera entorpecido por otros “inventos”, trabas que paralizan el talento.
