“Por lo menos 35 veces he venido aquí, ya he perdido la cuenta”, afirmó Rina Jaglall, quien desde la década de los 90 del siglo pasado viene visitando asiduamente el hotel Brisas Guardalavaca, instalación insignia de este balneario del litoral norte holguinero.
“La gente de este hotel, puntualizó, es para mí como una familia, siempre voy a regresar porque me siento muy bien, en un medio natural y amistoso, eso lo digo donde quiera y por eso en cada viaje traigo a alguien más”.
Como Rina, suman miles los turistas que procedentes de diferentes países vuelven al lugar, atraídos no solo por las finas arenas y cristalinas y cálidas aguas, sino también por la excelencia del servicio y el sano ambiente imperante.
A los repitentes, de los cuales se lleva un estricto control, se les brinda una atención diferenciada, que incluye cenas especiales, actividades culturales, encuentros con familiares y amigos, y hasta la posibilidad de sembrar un bonsái a quienes lo hacen de forma reiterada.
El secretario del buró sindical, José Ángel Expósito, resaltó la participación de los trabajadores en el mejoramiento e incremento de los servicios, mediante la creación de nuevas ofertas como la cava de vino, snack bar El Guayabero y el coctel del gerente.
“Nuestros afiliados, precisó, participan lo mismo en las labores de recuperación de los daños de un fenómeno atmosférico, como los dos últimos ciclones, que en la siembra de árboles o la construcción de una nueva instalación”.
Gracias a la labor sostenida de los integrantes del colectivo laboral, vanguardia nacional del Sindicato de Turismo, este complejo, categoría cuatro estrellas y con 437 habitaciones distribuidas entre el hotel y la villa, luce mejor al cabo de 19 años de explotación.
“Nosotros hemos hecho muchas cosas para mantener y mejorar la instalación, damos nuestro aporte en lo que haga falta y lo mismo servimos que pintamos o ayudamos en la jardinería”, dijo en nombre de los fundadores el dependiente Límber Cruz Rodríguez.
Como buen defensor del arte culinario, el chef principal del hotel, Leoncio Fernández Coello, atribuyó parte de los éxitos al empeño puesto por los cocineros y demás personal de elaboración en la preparación de un menú variado y de calidad.
“Hasta los clientes más exigentes, entre los cuales se encuentran los ingleses y otros provenientes del continente europeo, salen complacidos de nuestros restaurantes, que suman seis y brindan un servicio personalizado”.
Tal criterio está avalado por el índice de satisfacción del cliente, que en el Brisas Guardalavaca alcanza el 97,7 %, entre los más altos del país, de acuerdo con la información suministrada por Mairelis Peña, especialista de calidad.
Este complejo hotelero, abanderado del grupo Cubanacán, mantiene un elevado nivel ocupacional, redujo el costo por peso a 57 centavos por debajo de lo planificado, y obtiene utilidades por más de 3,4 millones de pesos convertibles.
Los aires de calidad que soplan de forma sostenida en el Brisas Guardalavaca fueron reconocidos por el ministerio y el sindicato de Turismo, al conferirle la condición de Colectivo Líder de la Calidad en el sector.
A estos reconocimientos nacionales se suma el Certificado de Excelencia en los servicios, otorgado por la comunidad de viajeros Trip Advisor, y el estar entre los recomendados para ser visitado, por el sitio Zoover Holland.
