Inteligente, atemperada a las actuales circunstancias y al llamado de la más alta dirección del país en cuanto al rescate de los valores, así fue la intervención de Solanch Sanz Suárez, estudiante de Derecho, durante el 9no. Congreso de la FMC.
Solanch insistió en la necesidad de que la labor de la organización en este sentido, “desmitifique a las personalidades históricas”, y exhortó a utilizar un discurso fresco, atractivo, sensibilizador y, al mismo tiempo, más humano en el diálogo con la sociedad.
Asimismo, comentó que su primer acercamiento a Vilma Espín no fue a través de la imagen conocida de la combatiente revolucionaria, sino de esa muchacha, alumna de Ingeniería Química, que caminó por los mismos pasillos de la Universidad de Oriente, donde ahora ella estudia. “Allí, de alguna manera, Vilma comenzó a gestar su formación como cubana”, enfatizó.
Consciente de que en la actualidad constituye una tarea esencial la educación en valores, la universitaria —y además dirigente de la FMC en la base— aseguró que este proceso debe ser intencionado a partir de los valores que se corresponden con nuestros intereses sociales. El actual contexto —subrayó— demanda ciudadanos, y ello implica tener una formación cívica.
Según su criterio, hoy día hay varias disquisiciones de si se trata de antivalores o valores negativos. “Más que eso, tenemos una pirámide invertida que necesitamos cambiar y colocar en la cúspide aquellos valores que respondan realmente a la sociedad que construimos”.
Manifestó que en la transmisión de los contenidos axiológicos, las mujeres desempeñan un papel importante. “Si además de eso nos percatamos de que ellas están presentes en todas las instituciones formales y no formales que integran los mecanismos de control social, entonces cómo es posible que todavía sea morosa la respuesta ante las indisciplinas.
“Hoy una de las deficiencias que tiene nuestro sistema judicial con el seguimiento a los delitos y la corrupción es que tratamos de atacarlos una vez cometidos. Lo fundamental es la labor preventiva, donde fluye la formación de valores que permite un apego a la norma, a la legalidad”.