A punto de limpiar las 28 cuadras previstas en su norma diaria, Gilberto Matos Martínez reclinó un instante el instrumento de trabajo para opinar: “Espero se produzcan cambios profundos con la celebración del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba para el mayor bienestar de la clase obrera que sigue firme a su Revolución”.
La madrugada es fiel compañera de este consagrado barrendero, de 61 años de edad, que higieniza las calles Maceo, Libertad y Máximo Gómez, del centro de la ciudad de Ciego de Ávila, donde muchas veces tiene que ingeniárselas para asegurar su remuneración.
“Hace tres meses que no nos entregan un escobillón”, ejemplifica y afirma que, aunque el salario dejó de ser su gran inquietud, este puede afectarse si continúa la inestabilidad de los medios de protección y útiles de trabajo, principalmente las botas de goma, los guantes, las limas y los machetes.
“El Congreso debe contribuir a barrer estos y otros problemas que afectan las condiciones de trabajo”, acotó el también dirigente sindical de la zona 7, de la unidad municipal de servicios comunales, perteneciente al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Administración Pública.