Ciego de Ávila.- Cuando a Víctor Orta se le rompió la bicicleta apenas 10 kilómetros de la arrancada pocos pensamos que en poco más de dos horas sería el ganador de la segunda etapa del Clásico Camagüey-La Habana. “Piki, qué bueno poderlo contar ahora en mi tierra, donde por tercera vez un avileño entra primero en un segmento como este”, me dijo sonriente el joven de 23 años.
La historia real es que tras el desperfecto mecánico, a Orta le cambiaron su ciclo y se sumó a un pelotón bien activo, en el cual vivimos una escapada de nueve corredores por más de 40 kilómetros, desde antes de la meta volante de Florida y hasta la entrada de esta ciudad, para nosotros la capital del ciclismo cubano.
Pero vuelvo a Orta, un muchacho del equipo nacional que no había podido correr en certámenes como este (recordemos los tres años de interrupción 2010-2013) y a quien esperaba en la raya de sentencia su madre, llegada desde horas muy temprano desde el municipio Majagua, como si presagiara el triunfo de su hijo.
“Piki, es el día más feliz de mi vida. Además, arrebatarle la camiseta de líder a Alcolea también es un honor, aunque mis pretensiones sé que son limitadas en el resto de las etapas, porque no soy un gran contrarrelojista, aunque en la subida me defiendo bastante”, me comentó en medio del saludo de amigos que lo vieron entrar solo con las manos en alto, bien distanciado de José Mujica y Vicente Sanabria, segundo y tercero del trayecto..
Quizás para este lunes, Orta decida arrancar con la bicicleta que le dio el triunfo, o quizás retome la suya. Entre nosotros funcionan muchas cábalas y no sería la primera vez que sucede. Por cierto, este mismo segmento ha sido rico en historias sorpresivas, pues en 1985 Eduardo Alonso perdió su camiseta de líder en una Vuelta a Cuba, tras la fuga espectacular del equipo ruso. También en 1984, Antonio Quintero marcó un récord casi mítico: 2:04:41.
Otros animadores de este domingo, con triunfos en las volantes intermedias, fueron los conocidos Yordanis Crespo (en Florida) y Onel Santa Clara (en El Centro); en tanto hubo una caída fatal para Dasiel Chaviano, cuando apenas salíamos de Camagüey, que le impedirá seguir en competencia junto a los 85 corredores que seguimos pedaleando hasta el próximo 22 de febrero.
Pedalazos imprescindibles
El esfuerzo hecho por la Comisión Nacional de Ciclismo y las provincias involucradas para organizar este Clásico comienza a rendir sus frutos, sobre todo para los más jóvenes; mientras los más veteranos –entre los que me incluyo tras haber rodado desde la Vuelta inicial en 1964- volvemos a oxigenar piernas y almas, gracias a las miles de personas que festejan nuestro paso por carreteras, avenidas, poblados, municipios, por un país deportivo.
La participación internacional de Panamá y Perú es alentadora; la sana rivalidad entre Alcolea, Yennier López, Lisuandi Alonso y el istmeño Ramón Carretero –lástima que Yasmani Martínez se enfermara a última hora-, por solo mencionar algunos nombres, es bien peleada y deseosa; y como si fuera poco, prima entre todos que esta sea la antesala ideal para retomar la Vuelta a Cuba en el 2015.
CLASIFICACIÓN ETAPA:
1.- Víctor Orta (CAV) 2:33:26
2.- José Mujica (ART) 2:33:37
3.- Vicente Sanabria (MTZ) 2:33:39.
CLASIFICACIÓN POR PUNTOS:
1.- Arnold Alcolea (SCU) 7, Víctor Orta (CAV) 7
2.- Fernando Ureña (PAN), Onel Santa Clara (GTM) y José Mujica (ART) 5.
GENERAL INDIVIDUAL:
1.- Víctor Orta (CAV) 3:57: 01
2.- José Mujica (ART) a 11 segundos
3.- Vicente Sanabria (MTZ) a 13 segundos.
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