La grasa, el no dormir y el esfuerzo físico nunca han sido un obstáculo en la vida de Juan de Dios Mola Rodríguez porque si de reparar trenes se trata él siempre da el primer paso. Tal vez por eso es que los compañeros de trabajo lo ven como un buen representante: uno que puede identificarse con sus problemas y discutirlos de tú a tú; así que a la cita del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) él asistirá como delegado y hablará por ellos.
Desde hace más de 40 años, Juan se desempeña como pailero en el Complejo Ferroviario Camagüey. Su ímpetu laboral le permitió acudir al IV y el XIX Congreso de las masas obreras, y ahora podrá plantear, otra vez, las problemáticas que tienen los trabajadores del sector del transporte.
¿Qué representa volver a participar en un Congreso de la CTC?
Significa un gran logro, sobre todo poder asistir a tantos congresos. Pero es resultado de la confianza que han depositado en mí los trabajadores del centro para discutir los distintos temas que se tratarán allá.
¿De acuerdo con tu experiencia, qué temáticas no deben faltar en ese ya cercano análisis nacional?
La atención al hombre es un tema que se debe tratar porque está muy candente en todos los organismos, así como el funcionamiento sindical que es uno de los que más agobia a todos los sectores del país.
Aparte de eso , en lo particular llevo un reclamo muy fuerte de los trabajadores ferroviarios de Camagüey: que funcione otra vez el tren camagüeyano.
Y me lo dice serio para que reafirme que a pesar de su cara de “buena gente” es capaz de exigir por lo que le importa, y fajarse por su gente. Además, como asegura, esta cita es diferente porque “es importante e histórica porque llega luego de haber discutido los Lineamientos del Partido en el centro y CDR, cuando termine, se harán las modificaciones pertinentes que permitirán mejorar el funcionamiento de nuestra Revolución”.
