En lo alto del asta de los centros laborales más destacados del país, en tiempos de efervescencia sindical y de transformaciones en el escenario laboral, ondea la bandera XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
Su periplo en Ciego de Ávila comenzó el 25 de enero por la refinería de azúcar Ecuador, la más eficiente del territorio nacional, y concluirá en el Comité Provincial de la CTC, a solo cinco días de abordar el tren los delegados al cónclave, previsto del 20 al 22 del presente mes, en La Habana.
Vía libre a la bandera
Sobre rieles flameó la bandera en la unidad empresarial de base (UEB) Ciro Redondo, uno de los mejores colectivos de la Unión de Ferrocarriles de Cuba, el cual ganó este año la emulación provincial por el 29 de enero, Día del Trabajador Ferroviario.
Flor María Márquez, delegada a la magna cita, entregó el estandarte a Hugo Companioni Espinosa, secretario general del Buró Sindical de la UEB, quien afirmó que “nuestra unidad cerró el pasado año con una ganancia de 1 millón 904 mil 400 pesos, pues aquí estamos en el centro de la batalla principal, la economía es un tema permanente en las asambleas de afiliados”.
Aunque, no todo marcha bien por los carriles. Según Hugo, hace dos años perdura la mala calidad del calzado y las tallas de la ropa de trabajo no se corresponden con las solicitudes.
“La Empresa Nacional de Logística del Ferrocarril es el proveedor –argumenta el sindicalista– y esos productos nos llegan de la empresa Centro Este de Ferrocarriles en Camaguey, a la cual pertenece nuestra unidad; si contáramos aquí con el presupuesto planificado para esa gestión, tal vez tuviéramos la solución”.
Aunque el “chucho” sigue cerrado en ese asunto, los ferrocarrileros dieron vía libre a la eficiencia durante el 2013. A un costo de 71 centavos cumplieron el plan de producción mercantil que se comportó al 178 %, por concepto de transportación de caña, azúcar, miel final y otras cargas.
El ingeniero Juan Luis Mora Tamayo, director de la UEB, asegura que los éxitos siempre se han centrado en tres aspectos: “La disciplina en el desempeño del itinerario, la relación estrecha entre el hombre y su equipo, y la economía del tren vinculada a los recursos humanos.
“Nosotros controlamos diariamente, a través del puesto de mando de operaciones, el recorrido de los trenes y reflejamos en pizarras su presupuesto de gastos, con el objetivo de que cada tripulación sepa cuánto puede ganar en la decena si cumple el contenido de trabajo.
“El pago no se realiza por hora, sino por toneladas de azúcar transportadas hacia los puertos y el arrastre de vagones llenos de otras cargas”, afirma el directivo.
Mucho tiempo ha pasado desde que calificaron al colectivo como la excepción del ferrocarril en el sector azucarero, cuando este pertenecía al otrora MINAZ. Sin embargo, aún se mantiene un coeficiente de disponibilidad técnica de 90 % en los equipos de arrastre y más del 85 % en locomotoras diésel TGM-8.
La locomotora insignia
Allí la Asociación de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) es la locomotora insignia. Un total de 32 soluciones inscriptas el pasado año, posibilitaron mantener rodando los equipos con más de tres décadas de explotación.
Una de las innovaciones con categoría de relevante es la aplicada en el taller de vagones, por parte de Máximo Valenzuela, Juan Luis Mora, Dermis Batista, Carlos Simón y Rogelio Casanova.
“Innovamos 36 carros jaula cañeros con piezas recuperadas, convirtiendo el truck de banda de brey de rodamientos de fricción (chumaceras), a truck Sumitomo por sistema de rolletes. Esto facilitó mayor seguridad en su movimiento, el incrementó de la velocidad de 40 a 60 kilómetros por hora y el aumentó de la capacidad de carga de 25 a 50 toneladas”, explicó Máximo.
“Resulta necesario destacar que el sindicato de base reconoce en sus asambleas la labor de los innovadores”, alegó el Master Dermis Batista Ramos, jefe técnico de la unidad, quien agregó que materializaron el programa de reparaciones de las 26 locomotoras, los carros cañeros, las tolvas y otros medios que transportan cargas generales y las producciones de los cuatros centrales azucareros de la provincia avileña.
La garantía de más del 87 % de autogestión de recursos materiales básicos, es una evidencia de que allí no ha sufrido descarrilamientos la condición de Centro de Referencia Nacional en la fabricación y recuperación de piezas de repuesto.
La excepción: Un motel rodante
Estos transportistas tienen un modo original de impulsar la emulación. Los trabajadores más destacados seleccionados en las secciones sindicales, pasan una semana de vacaciones con sus familiares en un motel rodante: una locomotora con cabouses que ellos prepararon como habitaciones, con baño incluido, para seis personas cada una, y la cocina-comedor, entre otras condiciones mínimas indispensables.
Miguel Acosta Hernández y Armando Martínez Rabí, los más destacados del año anterior, ya tienen garantizados sus “boletines” para la venidera etapa vacacional.
Tal iniciativa es factible por el óptimo aprovechamiento de los insumos. “Realizamos la prueba del litro por kilómetros recorridos, y hacemos inspecciones sorpresivas a los trenes, entre otras acciones con vistas al control interno de los recursos”, expresó Noel Pulido, especialista en desarrollo energético.
“Si no tuviéramos ahorro de combustibles y lubricantes, hubiera sido imposible mantener el plan vacacional desde el año 2000. Nuestros trabajadores lo merecen por su aporte al programa nacional de recuperación del transporte ferroviario, con la remodelación de coches para pasajeros, planchas, volquetas y góndolas”, enfatizó Juan Luis a modo de demostración de que, donde flameó recientemente la insignia del XX Congreso obrero, también anda sobre rieles la eficiencia.
Acerca del autor
Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.