Ocurrió el viernes 21 de diciembre de 2007. En el hotel Gran Caribe Jagua, de la centro meridional ciudad de Cienfuegos, sesionó en horas de la mañana la IV Cumbre de Petrocaribe. Al atardecer ocurriría la inauguración del distrito Simón Bolívar, conformado por 100 petrocasas. La población, de manera masiva, se reunión espontáneamente a ambos lados de una de las vías paralelas al Pase del Prado. “¡Chávez, Chávez!, coreaba la multitud al paso de cualquier vehículo.
Cuando el sol ya se había ocultado en el horizonte, el comandante bolivariano arribó en compañía del General de División Raúl Castro y los demás presidentes y otras autoridades de los países que conforman ese acuerdo de cooperación energética a la nueva barriada. Estuvieron en el mirador y Hugo Chávez y Raúl visitaron la vivienda número 049, donde reside la familia formada por un matrimonio de maestros.
«Estoy muy emocionado, porque en las calles de Cienfuegos me recibieron un millón de personas. Estas petrocasas son bonitas, frescas; nada mejor para coronar la Cumbre de Petrocaribe que venir a verlas», afirmó el Comandante bolivariano.
Seguidamente fueron hasta la refinería de petróleo Camilo Cienfuegos, la cual quedó reactivada gracias a la materialización del primer proyecto en Cuba de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba). En la reinauguración oficial hablaron Chávez y Raúl.
El entonces presidente de Venezuela había visitado con anterioridad esa industria, exactamente el 14 de octubre del mismo año 2007, luego de rendir tributo al comandante Ernesto Che Guevara, en la cercana ciudad de Santa Clara.
En ese momento, técnicos y especialistas cubanos y venezolanos ejecutaban un ambicioso proyecto que recapitalizó, a un costo cercano a los 130 millones de dólares, la instalación fabril diseñada para procesar 65 mil barriles del crudo diariamente.
Los trabajadores de la empresa mixta Cuvenpetrol S.A., encargada de la administración de esa fábrica, evocan cada día la memoria de Hugo Rafael Chávez Fría.
El mejor homenaje al líder bolivariano radica en la estabilidad del proceso productivo de la planta. Desde la puesta en marcha y hasta la paralización del equipamiento tecnológico para el mantenimiento programado, a finales de noviembre de 2013, por sus tuberías habían corrido 121 millones 349 mil barriles. En los seis años de funcionamiento ha cumplido los planes anuales respectivos, no ha tenido avería alguna y sobresale por el cuidado del medio ambiente, en especial el ecosistema de la bahía de Cienfuegos.
Como parte de la campaña mundial Por aquí pasó Chávez, iniciada el pasado martes en Venezuela, en ocasión de aniversario 22 de la rebelión cívico-militar encabezada por quien luego fuera presidente de esa nación suramericana desde febrero de 1999 hasta su desaparición física, el 5 de marzo último, fecha de cierre de la jornada de homenajes, el colectivo de la refinería realizó un mitin en el que se exaltó la figura y la obra del Comandante bolivariano.
Chávez vive en el corazón de cada petrolero que labora en la planta cienfueguera, símbolo de la unidad entre pueblos hermanos y del pensamiento y la acción de los líderes de ambas revoluciones.