Isla Margarita.-Mucho puede hablarse del esplendor, altibajo y calidad real de las Series del Caribe, pero vivirla, como lo está haciendo el equipo de Villa Clara en esta 56 edición va dejando enseñanzas provechosas para nuestro béisbol, uno de los más admirados por los contrarios, pero tenso como pocos en eventos internacionales desde hace varios años.
Salir a disfrutar el juego por encima de cualquier idea perenne de ganar es algo que no hicieron los azucareros de Ramón Moré en el primer partido contra los Naranjeros de Hermosillo. Se vieron ansiosos con el madero (pocos se metieron en conteo), desconcertados a ratos en la defensa con errores del ABC, en tanto el pitcheo enseñó demasiada nobleza para bateadores añejos. Y más sabe el diablo por viejo….
Es cierto que vencer ese impacto o arranque inicial merecía un Freddy Asiel más dominador, ajuste más rápido a la bola movida que tenía el abridor mexicano Aceves y mayor información sobre los contrarios. Nunca como ahora el béisbol aplica tanto el estudio (no hablo únicamente de estadísticas) del rival para salir victorioso. El jonrón a la derecha del ambidextro Chris Roberson fue el más claro ejemplo. Guerra avisada no hubiera matado….
Cuando se pierde nada florece más rápido que las justificaciones, sin embargo, el mentor cubano declaró sin ambages su criterio al término del partido: “ellos jugaron mejor, le salieron bien las cosas y merecieron el triunfo”. Y la sinceridad desarmó a muchos colegas de la prensa acreditada, acostumbrados a las culpas con nombres y apellidos, como si este deporte no fuera uno de los más complejos en la táctica y estrategia.
Para los monarcas cubanos del 2013 el camino ahora es más espinoso, pues necesita vencer al menos en dos de los tres restantes partidos. Y para ello parece evidente que deberán buscar más ofensiva, entender los serpentineros que la recta es un lanzamiento preferido en este tipo de béisbol y por tanto, menos efectivo si no viene con una velocidad supersónica; al tiempo que la mecánica defensiva se adelante a las conexiones para su reacción.
No pudo llegar la victoria 52 de Cuba en la historia de estos certámenes, pero estar aquí y vivir un torneo como este es crecer también. Las Series del Caribe, tal y como dijo el presidente de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, Juan Francisco Puello, necesitan de la pelota cubana. Muchos esperamos esos triunfos, aunque el camino es pedregoso y lleno de navegantes, tigres e indios.