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No los voy a defraudar

por Reinaldo Fuentes Rodríguez 

Jesús Silvio Guerrero Ortíz. Foto: Carlos Cánovas

Jesús Silvio Guerrero  Ortiz va delante con su ejemplo. Lo conocen muy bien en el central Comandante Manuel Fajardo, de  Quivicán, donde labora  como mecánico integral.  Su elección como delegado  directo  al  XX  Congreso  de la CTC reafirma esa característica de su personalidad.

¿Las décadas que lleva  como  azucarero  han  sido siempre en la industria?

Siempre. Empecé en 1977 en el central Roberto Ramírez, de Granma,  operando  las  máquinas   de vapor  y otros  equipos. Allí  tuve  mi  primera  experiencia,  que me  ha servido de mucho en el  Fajardo, donde también se   aprende algo nuevo todos los días.

La asamblea de discusión del documento base  en su colectivo estuvo caliente, como decimos los  cubanos. ¿Qué piensa de  los debates?

Se discutieron nuestros problemas. Cada cual dijo lo que piensa y expresó sus inquietudes con entera libertad, de frente, como  debe ser. Hubo mucho debate, por eso creo que tuvo  calidad.

A usted, como secretario general le toca seguir mejorando la labor de la sección  sindical.

Desde luego. En eso tengo una alta responsabilidad, aunque no estoy solo. Mi ejecutivo me  acompaña en el cumplimiento de las tareas sindicales, que cuando el central está en zafra son más  factibles de cumplimentar,  no así cuando esta termina porque una parte del  colectivo se dispersa, no  radica en la  fábrica o finaliza los contratos. Pero  en esas condiciones adversas debemos y podemos ser  más eficientes.

Representar a los trabajadores constituye una misión  importante  del sindicato.  ¿Cómo  funciona  eso  en  esta  industria?

Aquí existe una administración  muy  eficiente  en la preparación de la fábrica para la molida y durante la misma. Con ella  tenemos muy buenas relaciones de trabajo, comunicación e intercambio; nos  escucha. Pero no siempre  basta eso. Hay situaciones en las cuales debemos ser más exigentes en las respuestas a las preocupaciones de  nuestros  afi l iados, en la solución de aquellos problemas que dependen de ella, en la defensa de sus derechos. Para  eso, por supuesto, debemos  prepararnos mejor.

Usted es el único delegado directo de Mayabeque   al XX Congreso de la CTC.  ¿Qué opina de eso?

Es un estímulo muy grande y un compromiso enorme porque los representaré en el congreso de  los trabajadores cubanos.  Pero me prepararé bien  y no los voy a defraudar.

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