Nuevamente y como sucede desde hace más de dos décadas, actores, cantores, poetas, titiriteros y músicos toman por asalto y llegan con su arte a las comunidades y los poblados ubicados en el agreste lomerío de Guantánamo, la más oriental y montañosa de las provincias cubanas, como parte de la 24 edición de la Cruzada Teatral Guantánamo-Baracoa.
Como ya es tradicional el 28 de enero, y en homenaje a José Martí, este año al aniversario 161 de su natalicio, partieron desde el céntrico parque que lleva el nombre del Maestro, en la ciudad de Guantánamo.
Su periplo será hasta el venidero 3 de marzo cuando concluya en Baracoa. Las primeras funciones se realizan en comunidades rurales del municipio de Manuel Tames, para luego adentrarse en las montañas de Yateras, San Antonio del Sur e Imías, testigos del paso de Martí, Máximo Gómez y los hermanos Maceo, durante las guerras de independencia.
Los Cruzados, como se denominan, son una especie de duendes del teatro, que ni los años, ni las piedras, ni las incomprensiones, impedimentos o las sillas que, al decir del poeta invitan a sentar, los han hecho detenerse.
Van con sus mochilas más cargadas de amor y de deseos de hacer que de recursos. Llegan con sus cantos, poesías, música, y arte todo, hasta los más intrincados parajes de la muy montañosa geografía del Alto Oriente.
Considerada el más abarcador de los espectáculos de las Artes Escénicas del oriente cubano, la Cruzada Teatral Guantánamo-Baracoa recorrerá más de 400 kilómetros por varios municipios guantanameros, donde realizarán cerca de 200 presentaciones, labor comunitaria en la que estarán acompañados por miembros de la brigada de instructores de arte José Martí de los territorios, espectáculos que son de gran aceptación entre grandes y chicos.
En sus 224años de existencia la Cruzada Teatral Guantánamo- Baracoa cuenta entre sus numerosos lauros destacan la de Distinción Iberoamericana Elena Gil y la réplica del machete del Generalísimo Máximo Gómez.
